Al observar las bestias demoníacas destruidas, Peter Brown no pudo evitar sentir un poco de arrepentimiento: si hubiera controlado a su líder antes, habría podido tomar control de estas bestias y aprovechar su gran poder.
No obstante, controlar al líder de estas bestias demoníacas seguía siendo un buen resultado para Peter.
Cuando se sentó en una plataforma de jade blanco donde antes estaba el líder de las bestias, Peter solo entonces se dio cuenta de que todavía estaba sosteniendo a Maurren Smith.
Al bajar la mirada, vio que Maurren todavía estaba inconsciente.
Soltando a la belleza, Peter respiró hondo antes de empezar a reflexionar sobre la información que había adquirido de la conciencia del líder de las bestias.
Observando al líder de las bestias, Peter preguntó:
—¿Eres un Conejo Cazador de Tesoros?
Justo cuando Peter hizo la pregunta, vio que el cuerpo del líder de las bestias se transformaba súbitamente, convirtiéndose en un pequeño conejo blanco ante sus ojos.