Peter Brown no prestó atención a las dos mujeres de Sentido Divino y se dirigió al Océano Floral.
Tras llegar aquí, Peter también sintió aún más fuerte la poderosa tentación que emanaba de ese Océano Floral.
Si no hubiera sido por la protección del Horno Ruyi, Peter bien podría haber caído en él.
En ese momento, Peter comprendió por qué las dos mujeres parecían tan débiles; debían haber sucumbido a la tentación y atacarse la una a la otra, lo que resultó en un debilitamiento severo de sus Sentidos Divinos. Si él no hubiera llegado, estas dos mujeres podrían haberse convertido en parte del Océano Floral.
Mientras contemplaba esto, Peter sintió que el Horno Ruyi temblaba, como si luchara por liberarse.
Considerando que el Horno Ruyi poseía cierta inteligencia, Peter lo ofreció decisivamente.
Cuando el Horno Ruyi ascendió al aire, Peter se asombró al descubrir que el horno estaba absorbiendo las flores del océano de abajo a través de su boca.