Cuanto más caminaba hacia el exterior, Peter Brown notaba un aumento de la brillantez.
Sin embargo, Peter descubrió una nueva situación: varios lugares estaban llenos de luz abundante, y estos haces asaltarían cualquier resplandor que se acercara. Rápidamente, la luz circundante desaparecería.
Al darse cuenta de esto, Peter entendió que se habían establecido interceptaciones y que pasar por estas secciones clave parecía cada vez más difícil.
—¡Yi! —Peter en realidad percibió las fluctuaciones del alma de Raina Carter.
Al indagar en el área debajo de su ombligo, Peter, sorprendentemente, recibió un rastro de la presencia de Raina, indicando que ella no estaba muerta sino que corría hacia él.
Parecía que ella también había detectado su presencia.
El aura de Peter estaba abierta y fluyendo naturalmente, lo que permitía que Raina la sintiera. Por supuesto, si Peter hubiera cerrado su propia aura, Raina no habría podido detectarlo.