Emergiendo del área donde se apilaban los minerales, la cara de Peter Brown ya lucía una sonrisa, su cosecha no fue pequeña esta vez, y el Líder de Secta también fue generoso, permitiendo a Peter elegir los minerales él mismo, sin siquiera especificar una cantidad, lo que significaba que podía seleccionar a voluntad.
Peter sabía que tales oportunidades eran raras y no tuvo reparos, tomando un poco de cada mineral que encontró útil, llenando considerablemente su bolsa de almacenamiento.
—¿Quién te dejó llevar tanto? —dijo sombríamente el Gran Administrador de Inmortal del Reino Inmortal, con una mirada descontenta en su rostro.
—El Líder de Secta accedió a eso. Si no te gusta, ve a hablar con el Líder de Secta —Peter no le daba importancia, siempre le mostraban una cara larga como si él fuera algo especial.
—¡Estás cortejando la muerte!
Entretanto, esa persona parecía querer ponerle las manos encima a Peter.
