No pasó mucho tiempo antes de que Peter Brown viera un pequeño vehículo volador acercándose desde lejos y un paquete fue entregado en sus manos.
Mirando el vehículo volador, Pedro sintió un toque de envidia; tal dispositivo era realmente impresionante. Si tuviera uno de estos pequeños vehículos voladores, podría usarlo directamente para entregas sin tener que preocuparse por problemas de seguridad.
Hasta donde sabía Pedro, la tecnología en el Reino Inmortal era altamente avanzada. A pesar de su pequeño tamaño, este vehículo volador no tenía problemas para transportar diez botellas de medicina y, además, contaba con algunos elementos tecnológicos que le permitían volar sin ser detectado por la vigilancia. En el Reino Inmortal, el uso de tales vehículos voladores era extremadamente difundido.
Una vez que tuviera el dinero, definitivamente compraría uno.