El tiempo se escurría y, sorprendentemente, nadie emergía de aquel camino, lo que dejaba a Peter Brown bastante aburrido.
Cuando volvió a mirar el lugar de recolección de energía de la creencia dentro del templo, Peter vio que desde que había modificado los ajustes, los sitios que previamente recolectaban energía de la creencia ahora estaban vacíos de ella, ya que un flujo continuo se dirigía hacia él.
Creía que esas personas debían ser conscientes de esta situación, sin embargo, era evidente que no se atrevían a acercarse imprudentemente.
—¡Olvídate de ello por ahora!
Peter miró hacia su Mar de Elixir. Desde que había plantado el Valle Inmortal en aquel pedazo de Suelo de Aliento, había cosechado una gran cantidad de Valle Inmortal, madurando cada dos días. Aunque la tierra de Peter era pequeña, todavía había obtenido varias acres de rendimiento.
—¡Comercio! —sin dudarlo, excepto para guardar las semillas, Peter intercambió todo el Valle Inmortal una vez más.