Efectivamente, cuando miraron alrededor, comprobaron que el número de personas había aumentado, aunque dispersas en varias ubicaciones, pero siempre se sentía un poco inusual.
Sin embargo, fue Sherry quien sacudió la cabeza, desestimando sus preocupaciones con un tono indiferente —Oh, ustedes deben estar pensando demasiado. ¿No han venido muchas personas de todo el país por la subasta recientemente? Además, con el Festival de los Faroles, es normal que haya más gente.
Greg no dijo mucho en respuesta pero continuó en silencio guiándolos hacia el castillo de la Familia Webb.
¡Zumbido!
Al doblar la siguiente esquina y pasar junto a dos extranjeros de piel oscura, estos de repente mostraron un brillo feroz en sus ojos, apuñalando con dagas y escupiendo veneno, apuntando directamente a la cara de Greg.
