La habitación de invitados estaba muy tranquila.
Terry Cooke contuvo la respiración, sin atreverse siquiera a tomar una respiración profunda, mientras observaba ansiosamente la mano de Greg Jensen.
Después de lo que pareció mucho tiempo, Greg Jensen de repente se detuvo.
Terry Cooke se sobresaltó y se dio cuenta de que su esposa se había dormido.
—Señor Wolfe, ¿cómo está mi esposa? —preguntó Terry Cooke.
Greg Jensen soltó un suspiro y dijo con indiferencia:
—Acabo de ayudarle a ordenar sus meridianos marchitos. Necesitará un largo período de tratamiento a base de hierbas después, así que prepárate mentalmente. Si todo sale bien, debería recuperar la sensación en sus manos en unos dos meses.
—Está bien, no hay problema —respondió Terry Cooke.
Al oír esto, Terry Cooke se sintió eufórico. Después de tantos años, finalmente había esperanza para la condición de su esposa. ¿Qué son un poco más de espera? No solo dos meses, podría esperar incluso dos años.