—Está bien.
Mick Simmons sintió un impulso de emoción, pero no se atrevió a ir en contra de las palabras de Greg Jensen, y se sentó tranquilamente junto a él, entablando conversación con cuidado.
Después de un rato, Louisa Burley y Vivian Shimpson, que habían ido al baño, entraron.
Al ver a Greg Jensen, los ojos de Louisa Burley se iluminaron al instante y sonrió:
—Hermano Jensen, feliz año nuevo.
—Jaja, feliz año nuevo. Ven, siéntate aquí, voy a tomarte el pulso. —Greg Jensen sonrió, indicándole que se sentara a su lado, y luego extendió la mano y la colocó sobre su muñeca, comenzando a sentirle el pulso.
Vivian Shimpson frunció el ceño ligeramente y murmuró:
—Siempre aprovechando la oportunidad para acercarse, de verdad...
—Vivian, no digas tonterías. —El rostro de Louisa Burley se puso rojo y escupió, volviendo su cabeza hacia Greg Jensen, solo para ver que él ni siquiera levantaba un párpado, lo que le hizo sentir inexplicablemente confundida.