Louisa Burley escuchó las palabras de Kevin Lampe y su rostro infantil se ensombreció al instante, revelando un rastro de opresión en su normalmente gentil y afable semblante.
Se levantó y miró fríamente a Cindy Harrison, enviándole un escalofrío.
Cindy Harrison se quedó atónita, sin saber lo que Louisa Burley quería decir y se miró a sí misma confundida, murmurando,
—Señorita Burley, ¿hice algo mal?
¡Zas!
La respuesta fue un fuerte bofetón.
Louisa Burley puso toda su fuerza en ello, golpeando fuertemente la cara de Cindy Harrison.
Los alrededores cayeron instantáneamente en un silencio tan inmóvil como la muerte.
Esa bofetada dejó atónitos a todos.
Especialmente a Spencer Burley, cuyos ojos casi se salen.
Desde que era joven, Louisa Burley siempre había sido suave y de hablar bajo, nunca siquiera alzaba la voz.
Incluso cuando se enfadaba, hablaría en tonos suaves y apagados, mucho menos recurriría a golpear a alguien.
¿Es esta realmente mi hermana?