—Hmph, Yang Chen, yo soy el Anciano del Cumplimiento de la Ley de la Secta Externa de la Secta del Emperador Ming, a cargo de la guardia de la Ciudad Mo. No esperaba que pusieras un pie en mi territorio. Heh, entrega la Campana Deslumbrante de la Mente, y podría considerar dejarte con un cadáver entero por misericordia —El Anciano Gu se lamió los labios, su expresión fría y siniestra, sin tomar a Yang Chen en serio en absoluto.
Él había matado a demasiadas personas como Yang Chen antes.
Siempre hay algunas hormigas que intentan crear algunas olas. Sin embargo, no saben que la consecuencia de enfrentarse a la Secta del Emperador Ming es la muerte.
El Anciano Gu ahora tenía la intención de tomar el crédito para sí mismo. Si conseguía la Campana Deslumbrante de la Mente y se la entregaba al Anciano Qian, sería un gran honor. Quizás el Anciano Qian incluso lo apoyaría más tarde. Como Anciano de la Secta Externa, su estatus todavía era inferior al de los miembros de la Secta Interna.
