—Al elegir un arma, recuerda no ser descuidado ni casual. ¡Un arma decide el futuro camino marcial de un artista marcial y es sus brazos izquierdo y derecho! —gritó el viejo sirviente, y su voz perduraba en el aire—. Está bien, todos pueden empezar a elegir su arma favorita ahora.
Al escuchar las palabras del viejo sirviente, los jóvenes se adelantaron uno por uno, seleccionando cuidadosamente de entre los estantes de armas.
Nadie se atrevió a ser descuidado, ya que habían sido aconsejados por los ancianos de sus familias con anterioridad.
—Yang Chen, ¿qué arma quieres elegir? —El Anciano Yang Si se paró al lado de Yang Chen, preguntando con curiosidad.
Yang Chen, como el genio más destacado de hoy, hizo una elección que no solo el Anciano Yang Si, sino que todos estaban extremadamente curiosos por saber.
Yang Chen se acarició la barbilla, contemplando por un momento antes de decir:
—Cuarto Maestro, quiero elegir una lanza.
