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—Sin embargo, ¿cómo podrían las personas aceptar esto?
—¿Un simple genio de una tribu de rango medio, con una Cultivación de Artes Marciales más fuerte que la de él mismo?
—Esto...
Murong Liuhe no podía encontrar ninguna razón para su derrota. Sin embargo, cuando recordó el ataque veloz como un rayo con lanza de Yang Chen y esa tremenda fuerza desenfrenada, su mano sosteniendo el cuchillo largo tembló. Sabía que justo ahora, Yang Chen se había retenido, de lo contrario, su brazo habría perdido la sensación hace tiempo.
—Murong Liuhe, ¿quieres continuar la lucha? —preguntó Yang Chen.
El corazón de Murong Liuhe tembló, y luego miró profundamente a Yang Chen:
—Admito la derrota.
