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Yang Chen estaba ligeramente sorprendido, no es de extrañar, no es de extrañar que el Grupo de la Bestia Espíritu de Fuego fuera tan audaz como para dejar tantas Bestias Espíritu de Fuego dentro del Condado de la Montaña del Norte. Resulta que ya se habían preparado para el sacrificio y, si había alguna posibilidad de exposición, estas Bestias Espíritu de Fuego se suicidarían en cualquier momento.
Si fuera cierto, incluso si una persona poderosa pisara su territorio, es posible que no descubra la existencia de las Bestias Espíritu de Fuego. Eso es porque se suicidarían instantáneamente si hubiera la más mínima posibilidad de ser descubiertos.
—Ustedes son realmente decididos —dijo Yang Chen apretando los dientes, su tono frío.
