—Yun Lu suspiró:
— Joven Maestro, ha fallado. Esta Hormiga Sagrada falló en su nivel final de mutación.
—Si realmente es así, ¿no hemos desperdiciado todo ese tiempo y no cultivado ni una sola Hormiga Sagrada mutada? —Yang Chen mostró una sonrisa amarga en su rostro.
—¿Cómo podría ser así?
Había dedicado tanto esfuerzo y recursos, pero ni una sola fue cultivada. Con las mutaciones iniciales siendo tan difíciles, Yang Chen no pudo evitar sentirse un poco abrumado ante la idea de lo desafiante que sería para las Hormigas Sagradas evolucionar a Hormigas del Espíritu Sagrado en el futuro.
Sin embargo, justo cuando tanto él como Yun Lu se sentían desanimados, algo cambió repentinamente.
Entre las dos Hormigas Sagradas, la primera que había estado viva y saltando alrededor había fallado y muerto durante la etapa final de su evolución. Sorprendentemente, la que originalmente estaba en su último aliento había saltado.
