—¡Así que el joven maestro de secta tenía un plan todo el tiempo!
—Si ese es el caso, ¿por qué deberíamos preocuparnos? Jaja, ¡simplemente sigamos los preparativos del joven maestro de secta!
—Joven Maestro de Secta, asegúrate de darnos cualquier orden que tengas. Nuestros viejos huesos todavía tienen algún uso, ¡y nos encargaremos de las Bestias de Esencia de Fuego sin dudarlo!
—Sí, Joven Maestro de Secta, solo dános la palabra. ¡Nosotros los viejos no te molestaremos más!
Al ver que Yang Chen ya tenía un plan, estos Supremos Ancianos no quisieron perder más tiempo. Se inclinaron y se despidieron, mientras que Mù Báishēng también asintió a Yang Chen antes de partir.
