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Estas discípulas eran obviamente las participantes seleccionadas por Li Ruoxiang para esta competencia de alquimia.
Yang Chen no conocía sus habilidades alquímicas, pero podía ver la autoconfianza en los ojos del Gran Anciano, escrita en todo su rostro. Nadie sabía qué tipo de medios había preparado el Gran Anciano.
Yang Chen no estaba particularmente preocupado por estos asuntos, lo que le intrigaba era el nivel de alquimia de Wei Gang.
—¿Eh? —Los ojos de Yang Chen se giraron, y mientras observaba a Wei Gang, de repente notó a un discípulo con más de cincuenta años de edad de cultivo parado entre los cinco, llevando una túnica negra con una cicatriz impactante en su rostro como un gusano.
Parecía tranquilo y sin prisa, como si no le importara la Batalla de Píldoras en absoluto.
Solo podían haber dos posibilidades para esto, o bien este discípulo no pensaba que ganar o perder tuviera algo que ver con él, o el otro partido no pensaba que ganar le pusiera presión alguna.
