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Sus palabras estaban llenas de rabia, pero el mensaje era claro.
—¿Cómo podría Yang Chen no entender el significado de Fu Longyue? ¿Entonces, solo vuestra Secta del Dragón Negro quería matarme y yo no puedo defenderme? Jaja, ¡qué lógica es esa! Él, Yang Chen, ¡no acepta eso!
Por supuesto, también sabía claramente que con su fuerza actual, no podía enfrentarse directamente a la Secta del Dragón Negro, ni podía faltarle el respeto a Longyue. Si se comportaba respetuosamente, Fu Longyue no tendría razón para tratar con él. Pero si mostraba una mala actitud, entonces Fu Longyue estaría justificado en enseñarle una lección.
En ese momento, la Ciudad Principal de Beishan no podría intervenir.
