—¡Sí, necesitamos agregarle algo de color a esto! —exclamó uno de los espectadores.
—Es más interesante con un poco más en juego —asintió otro.
Estos espectadores de otros clanes comenzaron a armar alboroto, aparentemente sintiendo que la propuesta de Yang Chen era un gran impulso para el ambiente.
Yang Chen no se sorprendió por esto. En su vida anterior, el precio por su alquimia era astronómico. En esta vida, Yang Chen no establecía condiciones tan altas, pero sin un poco extra, no despertaría su interés.
Sin embargo, su manera de pensar fue vista como una artimaña baja para atraer atención por los miembros de la familia Wang.
Wang Ren no dudó en ridiculizar:
—Yang Chen, ¿es porque no perdiste tus pantalones abiertos la última vez y ahora te sientes incómodo? ¿Esta vez quieres perderlos también, jajaja! Honestamente, Yang Chen, nunca pensé que tendrías el coraje de plantear la idea de una apuesta.
Los miembros de la familia Wang estallaron en risas al oír esto.