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—No importa si en su vida anterior o en esta, Yang Chen siempre ha sido alguien que recompensa la bondad diez veces más. Este es su principio en la vida.
Después de su victoria sobre Wen Feiyang, una ola de emoción recorrió la plataforma de espectadores.
No había duda de que Yang Chen se había convertido en el blanco de muchas personas. Era sencillamente un tesoro. Quien pudiera reclutar a Yang Chen exitosamente en su propia secta, no solo ganaría a un genio de primer nivel, sino que también obtendría un futuro maestro de alquimia.
Dicho esto...
—Wen Feiyang ya era un alquimista bien conocido entre la generación más joven. Mientras nada inesperado sucediera, ¡Wen Feiyang estaba destinado a convertirse en un maestro de alquimia en su tiempo!
Incluso si Wen Feiyang no alcanzaba el nivel de un alquimista de Quinto o Sexto Grado, un Cuarto Grado sería más que suficiente. Con ese nivel, ya podía refinar muchos elixires asombrosos.