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Yang Chen observó la actitud de Liu Taixing y echó un vistazo a la expresión de Wen Zi. Con su experiencia en ambas vidas, podía discernir fácilmente el carácter de Wen Zi. Sabía que esta mujer era difícil de controlar, al menos definitivamente no era alguien que Liu Taixing pudiera manejar.
Pensando en esto, negó con la cabeza. Liu Taixing estaba completamente ajeno a que Wen Zi lo estaba manipulando como un títere.
Por supuesto, no tenía ningún nexo con Liu Taixing y naturalmente no le explicaría claramente la situación. Encogió los hombros y poco después, Liu Taixing y Wen Zi terminaron de discutir y se acercaron con un aire imponente.
Yang Chen se paró con las manos cruzadas detrás de la espalda, y al ver acercarse a Liu Taixing, sacó su lanza plateada para prepararse.
Liu Taixing dijo con saña:
—Chico, Lin Shaoyang solo perdió porque fue descuidado. Yo no cometeré el mismo error y te daré oportunidades.
