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Ahora hay problemas.
Descubierto por estos dos enormes osos negros, Yang Chen ya estaba en una situación muy incómoda. No pensaba que estos dos osos negros lo iban a dejar ir tan fácilmente después de haberse colado.
—No hay opción, tendré que arriesgarme —Yang Chen agitó su larga lanza, con la intención de enfrentarse a los dos osos negros ahí mismo.
Pero justo cuando estaba a punto de moverse, notó que los dos osos negros se gruñían el uno al otro con los ojos bien abiertos.
Las orejas de Yang Chen se movieron, y escuchó claramente el diálogo entre los dos osos negros.
—Hermano Mayor, este niño se atrevió a robar nuestra fruta, tiene el mismo propósito que esos lobitos. —El oso negro ligeramente más grande golpeó su pecho con fuerza—. Lo aplastaré plano con una nalga.
—¿Lenguaje de Bestias? —Yang Chen escuchaba atentamente la conversación entre los dos osos negros.
