Dentro de quince minutos, todos los miembros de la Junta Directiva de la Secta del Amanecer se habían apresurado a llegar al hospital.
—Sr. Brews, usted está aquí.
—¡Directora Dawn! —saludó el Sr. Brews con una sonrisa.
—Directora Torres, ¿cómo van los preparativos para la reunión del consejo?
La Directora Torres respondió con una sonrisa amplia. —Quede tranquila, ya he contactado a todos por teléfono. Celebraremos la Junta Directiva esta noche, ¡y para mañana usted será la Presidenta de la Secta del Amanecer!
—Sr. Chow, ¿cómo ha estado?
El Sr. Chow se rió entre dientes y asintió. —Todo bien, Presidenta Dawn, tendrá que invitarnos a cenar esta noche.
—No se preocupe, he reservado el salón privado más grande de Ciudad Capital. ¡Me haré cargo de todos los gastos de esta noche! —declaró Florence Dawn, haciendo un gesto generoso con la mano.
—¡La Presidenta Dawn es tan dominante!