—Acabo de apostar con Kayson que ustedes dos vendrían pronto, y aquí están. ¡Qué coincidencia! Ahora que ya están aquí, los dejo para que charlen. Tengo cosas que hacer —Basil Jaak dijo despreocupadamente, despreciando a Kayson con la mirada, saludó a Wendy y Amanda y se preparó para hacer su salida.
Inesperadamente, Wendy bloqueó a propósito el camino de Basil Jaak para salir.
—¡Vaya coincidencia! Pero por cómo hablas, parece como si Amanda y yo os estuviéramos interrumpiendo. Si ese es el caso, nos iremos —respondió Wendy, a punto de arrastrar a Amanda por el brazo para irse.
Kayson se puso ansioso y corrió para detener a Wendy.
—Wendy, no escuches las tonterías de ese tipo. Sólo tropecé y caí sobre él —suplicó.
—Entonces, ¿qué tal fue su abrazo? ¿Es tan cálido como te lo imaginabas? —Wendy bromeó.