Basil Jaak y sus dos compañeros salieron del estacionamiento y se dirigieron al restaurante.
—Por cierto, escuché a tu conductor decir que ibas a recibir a una mujer hermosa. ¿Quién es? —le preguntó Basil Jaak a Fiona Turner.
Fiona hizo una pausa, sus ojos brillando pícaramente, y respondió con tono burlón:
—¡Adivina quién!
Basil se encogió de hombros, negando con la cabeza:
—Soy demasiado torpe, no puedo adivinar.
—Entonces espera hasta que la veas tú mismo —respondió Fiona con despreocupación.
Si es hermosa y tiene buena relación con Fiona, Basil reflexionaba:
—¿Podría ser Xenia Wendleton?
—Lo sabrás cuando la veas —lo provocaba a propósito Fiona y cambió de tema—. Por cierto, ¿cómo está Betsy?
Basil dijo seriamente:
—Llamé al médico tratante de Betsy, el Dr. Haipiya, y él insistía en que su estado de salud está completamente recuperado y su inmunidad es incluso más fuerte que la de una persona promedio. No hay absolutamente ningún efecto secundario.
Fiona asintió: