Y, al escuchar las palabras del Maestro Samo y al ver la situación que describió, tanto las expresiones de la Bruja Soberana como las de Xue Ji cambiaron drásticamente.
Xue Ji, siendo uno de los cuatro grandes Onmyoji de la Asociación Yin-Yang de Japón, naturalmente también había oído hablar de la reputación del Maestro Lin.
Principalmente dentro del Mundo de las Artes Marciales del País Yinghua, ya fueras un Samurai o un Onmyoji, muchos expertos habían sido asesinados por el Maestro Lin.
El Maestro Lin era alguien que incluso se atrevía a matar a los discípulos de Qingye Sanzang. También había matado al rey de los asesinos de su País Yinghua, y su reputación allí era similar a la de una deidad temible.
El mundo de las artes marciales del País Yinghua incluso había establecido una recompensa con una cantidad aterradora de "nueve billones" por su cabeza, pero incluso con una recompensa tan alta, nadie se atrevía a aceptarla.
