—Maestro Lin, ¡por favor, perdona mi vida, por favor perdona mi vida! —En este momento, el Maestro Yin-Yang del País Yinghua no dudó y pum cayó de rodillas en el suelo.
—Al ver esto, Yun Ling que estaba al lado, se quedó atónita.
—Yun Ling había amado la animación y los cómics del País Yinghua desde que era muy joven, y le gustaban todos los tipos—Tipo Curativo, Tipo de Sangre Caliente, Tipo Ninja, Tipo Pirata, Tipo Diario, Tipo Sobrenatural Maestro Yin-Yang... En su opinión, los Onmyoji del País Yinghua eran invencibles. En la animación, incluso si eran golpeados por demonios, nunca se someterían, nunca se arrodillarían y rogarían por misericordia. En cambio, seguirían levantándose y luchando hasta el final, cubiertos de heridas pero triunfarían sobre sus adversarios con su espíritu indomable.