Los tres vagaron un rato más, y Lin Dong podía sentir que el Onmyoji del País Yinghua todavía lo seguía en secreto.
Claramente, esta persona aún codiciaba la Espada Rota.
Después de que terminó la Reunión de Brujería, Lin Dong le dijo a Wang Qiqi y Wang Cheng,
—La reunión está terminando, ¿deberíamos visitar la Sala Conmemorativa allí?
Al oír esto, Wang Cheng no pudo evitar decir, —Hermano Dong, por la noche, la Sala Conmemorativa suele estar desierta. ¿Deberíamos elegir otro momento para ir?
Lin Dong negó con la cabeza y dijo, —Si fuera una tumba caótica, podría tener miedo de estar allí solo por la noche. Pero el Parque de los Mártires, ¿qué hay que temer incluso si uno está solo por la noche?
—¡La Sala Conmemorativa del Parque de los Mártires es un lugar que incluso los fantasmas y dioses evitarían!
Al oír esto, Wang Cheng asintió y dijo, —Hermano Dong tiene un buen punto.
Los tres luego se dirigieron hacia la Sala Conmemorativa.
