*Sonidos de agitación*

Mierda, agh... ¿Por qué me pasa esto a mí? Maldita sea.

Tengo tres tipos que me persiguen de noche por una ciudad en la que todos se apartan y me tienen miedo.

Me intentan cazar y han llegado a darme una flecha que tengo clavada en mí espalda, esto ha comenzado a doler demasiado, dios mío.

¿Acaso seré un fantasma?

No puede ser así, tengo forma humana, mis manos, mis piernas, todo mi cuerpo.

"¡Apúrense, rodeenlo! No dejen que el 'ente' escape".

Grita uno de los tres hombres que lo persiguen.

¿¿Un 'ente'?? Ya lo entiendo, he poseído el cuerpo de alguien y el color de mis ojos no son los de una persona normal, son blancos como los de un muerto, y este realmente no soy yo, debo separarme de este cuerpo y desaparecer antes de que me maten.

Dónde, dónde, piensa dónde puedo esconderme, rápido.

Giré mi cabeza hacia ambos lados en busca de una posibilidad y observé a lo lejos un callejón.

Me meteré por ese callejón y me separaré del cuerpo en cuanto cruce.

Vamos vamos, ya casi llego...

Eh... qué... Por qué... voy tan lento... mis piernas no las siento y estoy cayendo...

Comencé a cerrar mis ojos lentamente hasta quedar todo en negro.

»Cinco días antes...

[Clase de Universidad]

"¿Oye Javier, ya queda poco para que termines tu carrera, a dónde irás a trabajar una vez que acabes?". Me preguntó Juan.

Mientras estaba descansando con la cara entre mis brazos le respondí.

"No lo he pensado todavía Juan, he estado ocupado en trabajos a medio tiempo y no he visto algún lugar para poner currículum".

"Pues déjame ayudarte, mi tío tiene una compañía eléctrica, e iré a trabajar ahí con él, si quieres un puesto dímelo y le diré a mi tío que te ayude".

Giré mi cara, sacándola de mis brazos, y miré a Juan.

"Muchas gracias Juan, te lo agradezco, cuando pueda te aviso si lo necesito".

"No hay de qué, sé que estás en un mal momento y aquí estaré para ayudarte en lo que pueda".

Juan puso su mano en mi hombro y me sonrió, realmente le estoy agradecido.

Volví a esconder mi cara en mis brazos para poder seguir descansando.

»Una hora después...

[Restaurante]

"Buenas tardes abuelo, ya me voy a cambiar".

"Rápido hijo, hoy hay más clientes de lo habitual, te necesitamos cuánto antes".

Me metí en el baño del restaurante del abuelo y me puse rápidamente el uniforme de mesero 

"Ya estoy listo abuelo".

"Venga a trabajar entonces".

Pasan horas hasta que se hace de noche y termino mi turno.

Me cambié de ropa de nuevo a como estaba antes de llegar y salgo del restaurante despidiéndome de todos, sin antes escuchar al abuelo llamar por mi nombre.

"Oye Javier, en tu cuenta está el pago de este mes, úsalo bien hijo".

"Muchas gracias Abuelo, cuídese".

"Igualmente Javier, cuídate".

Salí del restaurante y esperé en una parada de bus mientras revisaba mi teléfono.

Cogí el bus y me dirigí hacia el hospital para visitar a mi mamá 

Una vez ya en el hospital abrí la puerta de la habitación de mi madre y la encontré nuevamente acostada con los ojos cerrados.

Acomodé la silla y la puse al lado de la cama y me senté 

"Buenas noches mamá, mañana por fin te van a hacer la operación para tu problema del corazón, rezo para que todo salga perfecto y puedas volver a casa". 

Tomé la mano de mi mamá delicadamente con mis dos manos y mis ojos comenzaron a ponerse llorosos.

"Estoy cuidando bien a mi hermano menor aunque siempre me pasa preguntando por ti".

"Desde que papá murió en ese accidente de tránsito todo ha sido muy complicado, no quiero que tú también te vayas con él. N...no quiero volver a vivir lo que sentí ese día... así que sé fuerte mamá y salgamos adelante juntos...". 

Dije estas palabras mientras mi voz se quebraba y no pude contener mis lágrimas que comenzaron a brotar.

"Por favor quédate conmigo...".

Bajé la cabeza y comencé a llorar.

»Al día siguiente...

Terminé mis clases, y ahora tengo que ir a ver a mi mamá lo antes posible.

En una hora la van a operar, por favor dios, que todo salga bien.

Me dirigí hacia el hospital y entré en la habitación de mamá antes de que se la lleven a hacer la cirugía.

"Tu puedes mamá, te amo".

Le dí un beso en la frente y salí de la habitación.

Miré como movían el cuerpo de mi mamá hacia la sala de cirugías, me senté en los asientos fuera de la sala de cirugía y esperé una hora ahí sentado, callado y preocupado.

Hasta que escuché el sonido de la puerta abrirse y vi salir a un doctor de la sala.

Me levanté del asiento y caminé rápidamente hacia el doctor.

"Doctor, doctor, ¿Cómo se encuentra mi mamá? Dígame por favor". Pregunté con un tono desesperado

"¿Es usted hijo de la paciente Mary Kay?". 

"Si así es señor, soy su hijo". Afirmé con un tono preocupado

El doctor se quedó unos segundos en silencio, con un sentimiento remordimiento me miró con pena y me dijo.

"Joven lamento de informarle, que su madre ha fallecido...".

Me quedé petrificado, no podía creer las palabras del doctor, me negaba a creerlas, tenían que ser mentira.

"N-n-no puede ser así doctor, por favor dígame que no es cierto, no me puede pasar esto, doctor". Mi voz comenzaba a quebrarse 

Tomé de los hombros al doctor mientras mis lágrimas no paraban de salir.

"La enfermedad de su madre estaba en un estado muy avanzado".

"Perdóneme por no haber podido salvarla, hicimos todo lo que estaba en nuestro alcance".

No pude oír todo lo que dijo, comenzó a sonar un pitido en mis oídos que no me dejaban escuchar bien al doctor, me acabé sentando de nuevo y estallé en un llanto desconsolado mientras me tapaba la cara.

»Tres días después...

Un día después del entierro de mamá, yo y mi hermano menor estamos frente a la tumba de mamá y papá, llena de flores las dos.

«No me pude despedir de forma correcta a ustedes, perdón papá y mamá».

Pensé con una mirada triste.

"¿Hermano todo va a salir bien, cierto?".

Me recompuse y miré a mi hermano pequeño que tenía un rostro apenado.

"Si hermanito, no te preocupes, mientras yo, los abuelos y los tíos estemos aquí, procuraré cuidarte y que te vaya bien".

Le mostré una sonrisa, mientras le acariciaba la cabeza.

"Vamos, regresemos a casa".

"Está bien...".

Una vez ya en casa, cayó la noche, no tenía nada que hacer y me puse a recoger y guardar todas las cosas que mamá tenía en su cuarto.

Mientras recogía las cosas de mamá, observaba las fotos de toda la familia que habían colocados en varios marcos que me pusieron sentimental.

«Daría todo lo que fuera porque los dos estuvieran aquí para siempre junto a nosotros, mamá y papá».

Seguí recogiendo las cosas hasta que revisé en el escritorio y encontré la laptop de mamá.

Me senté y abrí la laptop en busca de recuerdos y archivos que tuviera mamá guardado.

Mamá era una gran escritora, que después del fallecimiento de papá, ella sola podía mantenernos a mi hermano y yo con los ingresos de sus novelas hasta estos últimos meses, en los que no podía escribir y por consecuencia dejó obras en pausa, que nunca serán reanudadas.

La última que estaba haciendo era esta, llamada 'Entre Mundos: Cazadores de lo paranormal'.

Le dí doble clic en la historia y vi la descripción que tenía.

'En el mundo han existido sucesos paranormales que aterrorizan a la gente, pero ahora en vez de solo aterrorizar, matan a la gente, los humanos, tras este suceso horroroso, sus cuerpos obtuvieron un cambio para hacer frente a esta amenaza, llevando a crear una organización de cazadores de fantasmas en la que el protagonista Erick Stein y sus aliados buscarán ponerle fin a estos monstruos'.

"Tiene 61 capítulos, y el último fue subido... ¿¿Hace tres días?? Y es anunciando el final de la primera temporada". 

"Mamá pudo haber hecho toda la obra pero los últimos capítulos no pudo haberlos escrito, ella hace tres semanas fue internada en el hospital y el día del anuncio del fin de la primera temporada, ella murió".

"Le voy a echar un vistazo, la descripción me pareció interesante, y no tengo cosas que hacer por ahora, así que me pondré a leer un poco para ver de qué trata".

Leí desde las 8 de la noche y me quedé hasta las 3 de la mañana leyendo, no podía creer que esta obra hecha por mamá me tuviera enganchado al punto de terminar los 60 capítulos de recorrido.

Y los últimos capítulos parecen tan natural como si mamá los hubiera escrito, pero sé que algo anda mal.

Más tarde investigaré aún más sobre esta novela, por ahora me iré a dormir, se me ha hecho súper tarde.

Apagué y cerré la laptop y sentí demasiado sueño.

*Bostezo*

Me estiré y sentí demasiado cansancio al punto que no pude ni levantarme de la silla y estando sentado caí en un sueño profundo como si me hubieran dado somníferos...