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Chapter 2 - Un muchacho llamado Indigo

Al día siguiente, sábado, libre de colegio, nuevamente Indigo está en casa de Yerai, esta vez es temprano en la mañana.

- ¡Gracias por venir, mira que lindo día nos espera!

- ¿Va... vamos a pasear de nuevo?

- Síiiii, ¡quiero que tengamos una cita!

- Aaaah, genial, algo normal

- ¡Claro, no te preocupes!

- Oye Yerai, ¿cómo te fijaste en mí?

- un día por accidente escuché una conversación entre tu y Mílan

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Dos muchachos de cuarto medio se encuentran en el colegio, uno mas alto llamado Milan, el otro, Indigo:

- ¿Cómo estás, Indigo?

- Ahí, igual que siempre, todo esto me aburre

- Me imagino, ¿todavía te siguen molestando?

- Seh, acá en la sala no se ve mucho pero en la salida suele suceder

- ¿Pero no los has encarado alguna vez?

- y cómo quieres que lo haga, Milan, ellos son más fuertes que yo y si intento oponerme me van a moler a golpes...

- ¡Pero quedarte callado y no hacer nada es la peor decisión, tienes que mostrar alguna reacción, no necesariamente tiene que ser pelea o violencia, puede ser una advertencia o acusar con el inspector!

Cerca de ahí una chica, Yerai, estaba leyendo su cuaderno cuando sin despegar su mirada del cuaderno pone atención a lo que los chicos conversan, mientras ellos continúan con su charla sin advertir su presencia

- Entiendo...

- ¡Soy un inútil en todo!, soy débil y bajo, ni siquiera puedo defenderme y ni hablar a la hora de intentar ligar con alguna chica que me gusta

- Pero también tienes tus fortalezas, Indigo, eres un alumno aplicado y tienes buenas notas, es por eso que las chicas te buscan para que las ayudes

- ¿y qué gano si eso no se valora?, es verdad que las niñas me buscan por eso, pero todas me ven solo como amigo a ellas le atraen más los tipos rudos...

- Pero también, si no te valoras nadie lo hará por tí

- No sé qué valorar de mí, me miro al espejo y me odio, ojalá fuera diferente

- jeje, nadie está conforme consigo mismo

Finalmente la chica mira de reojo a los que conversan y esboza una leve sonrisa. Termina el recreo y todos deben entrar a clases, Milan e Indigo van en la misma clase y entran juntos a la sala, pero detrás de ellos a cierta distancia los sigue Yerai, quien ingresa a la misma sala.

En el momento en que Milan e Indigo entran no falta la broma anónima de que ambos andan juntos a todos lados lo cual no es tan así pero no falta quien exagera.

- ¡Miren, llegó la parejita! ¡son pololos! jajajajaj

- ¿Estás celoso, imbécil?- Indigo se queda mirando a Milan encarando al burlón y piensa:

- Ni siquiera sirvo para defenderme...

Yerai presta atención a todo lo que pasa

Finalmente ambos toman asiento en sus respectivos pupitres, la chica se ubica en su puesto más adelante que los muchachos. Durante lo que quedaba de clases no perdió oportunidad de observar simuladamente a Indigo.

Yerai, es la mejor calificada del curso pero tiene una actitud apática, ningún ramo ni materia supone un desafío para ella, también se aburre del ambiente del colegio, es todo tan frívolo para ella que no se integra con nadie, pero a partir de ese día algo despertó en ella.

- Increíble que no me había fijado en esos dos, en verdad se presta para fantasear... Indigo en verdad se ve tan frágil, delgado, bajo... apenas está un paso por encima de ser una lombriz, la única gracia que le veo es esa cara de niña... hmmm... además la falta de carácter y voluntad... es un alfeñique, ¡esto puede ser una mina de oro!, pero Milan no sólo se ve más vigoroso, se ve también mas despierto, en primera instancia sería el de arriba...- piensa Yerai

A última hora de clases toca gimnasia, en el baño las chicas conversan cosas banales que a Yerai le aburren, cuando al fin salen de los vestidores empieza a buscar con la mirada a Indigo, lo encuentra a un costado de la cancha apartado de los chicos quienes están practicando deportes, Yerai no puede apreciarlo bien ya que está sentado en el suelo, pero de pronto el profesor lo llama a hacer ejercicios, ahí Yerai agudiza la mirada

- ¡En verdad se ve tan fino al lado del resto de los muchachos... pienso que estaría más cómodo con las chicas... ¿eh? ¿qué es eso?- brevemente Indigo hace un gesto que llama la atención de Yerai, se golpea las nalgas sacudiéndose la tierra de su short, en eso Yerai alcanza a notar levemente la forma del trasero de Indigo, redondo y bien formado, que queda oculto en los anchos pantalones cortos- ¡vas a ser mío!

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- ¿¡Y... yo con Mílan!?

- Sip, me imaginé una fantasía entre ustedes

- ¡Eso jamás pasará!

- No escupas al cielo, ya, hora de cambiarse

- ¿Cómo cambiarse?, tu dijiste que sería una salida normal...

- Claro, lo normal para mí, ¡vamos al baño!

Indigo contrariado obedece en silencio sin apenas resistencia

Una hora después, Indigo nuevamente vestido de chica, pero esta vez con un atuendo más ligero y atrevido, maquillado, lentes de contacto color azul y la peluca perfectamente peinada, Yerai se había dado el tiempo incluso de depilar completamente a Indigo, a pesar que él tiene escaso vello corporal. Al final del proceso se veía como una primorosa y coqueta jovencita, pero por debajo de su indumentaria se esconde una lencería muy erótica de encaje negro, la falda es corta, en su zona genital tiene una prótesis que esconde su pequeños órganos. Nuevamente los nervios y la ansiedad se lo comían, en esta oportunidad también, a diferencia del día anterior, lleva unos zapatos con tacones altos, lo que le lleva a apenas caminar y tiene terror de que la ropa no sea suficiente para ocultar la lencería, a pesar de las instrucciones de Yerai, está en la calle y las miradas lo atraviesan como flechas desde todas direcciones haciéndole sentir que está desnudo, apenas puede moverse por el miedo a que algo se vea y por los tacones, tiene que caminar lentamente y en la calle se siente tan vulnerable. Yerai, que se mantiene a cierta distancia, le puso un audífono inalámbrico para hablar con Indigo.

- En esta oportunidad pasearemos pero no juntas, de todas maneras te estaré acompañando de cerca, de más está decir que el alcance de los audífonos es limitado

- ¿P... por qué me haces esto?

- Temprano te lo dije, como hombre apenas estás sobre el nivel de las lombrices, como mujer reluces como una diva, quiero que reluzcas, que ganes confianza en tí misma y te puedas desenvolver, ahora endereza tu espalda y camina levantando la frente y vamos

Indigo se queda paralizado y su cabeza está a punto de hacer corto circuíto, por lo que automáticamente obedece, endereza su espalda, levanta la cabeza, inspira profundamente y comienza a caminar, Yerai, quien va más atrás lo va guiando por el audífono

- Ye... Yerai... me... cuesta caminar... con... estos zapatos

- Tranquila, no te apures, vas bien, ve relajada nada más e ignora lo que pasa a tu alrededor, si te duelen los pies me avisas

- Los hombres... ¡la gente toda me mira!... quiero terminar... seguro que estaré haciendo el ridículo, ¡esta falda que traigo no cubre nada, si doy un paso en falso caeré y se me verá todo!... ese tipo me está mirando, ¿acaso se me verá algo?, ese otro me está devorando con la mirada, tal vez se dió cuenta... esas mujeres, me miran y hablan, ¿sabrán que soy hombre?

- Tranquila, voy a tu lado, te ves super bien y nada se te ve, la gente solo te está admirando, ignora todo a tu alrededor y sólo sigue caminando hacia adelante, no te encorves, camina con la espalda recta, con seguridad en tí misma, las palabras mágicas son SEGURIDAD Y AUTOCONFIANZA

- ¿Por qué Yerai insiste en hablarme en femenino? - Piensa Indigo

Pero la transmisión se pierde, una señal sonora en el audífono le avisa a Indigo y ya no puede hablar con Yerai, entra en pánico pero no puede hacer nada, la gente lo rodea, tiene miedo de delatarse como hombre travestido, en un momento cierra fuertemente los ojos, traga saliva, los vuelve a abrir lentamente y comienza a caminar nuevamente, lentamente, hacia adelante tratando de parecer lo más natural posible, su respiración está agitada y pierde su vista periférica debido al pánico, sólo es capaz de ver lo que está adelante por lo que no se da cuenta de la gente que la observa

- Calma, calma, Yerai me dijo que caminara hacia adelante... mejor hago lo que ella me dice... ¿y si le pasó algo?, no quiero pensar en eso... caminaré un tramo y la esperaré, si no aparece, tendré que ir a su casa a buscar mis cosas... debo ser positivo y tranquilizarme

Nuevamente Indigo hace ejercicios de respiración mientras camina, quiere aparentar naturalidad. A medida que camina cada vez va ganando un poco de seguridad al andar con taco alto, así va tomándole el truco a la técnica, así camina dos cuadras hasta que a la distancia distingue a Yerai, quien no la ha visto, entonces Indigo trata de apurar el paso pero tambalea un poco, vuelve al principio a caminar de la misma forma que antes pero a un ritmo levemente más rápido, pero Yerai no la ve, vuelve a desaparecer, Indigo se acuerda del audifono y revisa si está encendido pero aún no recibe señal. Aumenta otro poco el ritmo de su marcha y cree sentirse más seguro.

- Yerai estaba por ahí, debo seguir el mismo camino... parece que ya me estoy acostumbrando a estos zapatos...

Indigo sigue caminando media cuadra más cuando vuelve a ver a Yerai, esta vez ella también hace contacto visual con Indigo y le hace señas que se acerque.

- ¡Que alivio!, allá está

Sin darse cuenta Indigo sigue caminando con calma pero a un ritmo mayor para ir al encuentro de Yerai, los pasos ya casi le salen naturales.

- ¡Yerai! ¿Qué pasó?, te perdí de vista, ¡me asusté tanto!

- ¡Pero no se te notó!, ¡te veías tan segura, no lo puedo creer, mírate!

Yerai le indica a Indigo un salón de espejos, Indigo se mira ahí y se sorprende, su postura es segura, su aspecto es tan atractivo, recién nota cómo la gente lo mira y se emociona

- ¡ya no soy invisible!

- ¡Claro que no!, ¡ahora brillas como una estrella!

De alguna manera Indigo no puede evitar sonreír, lo que le hace resaltar aún más su belleza

- Pa.. parece que... no es tan malo esto... después de todo... estoy tan acostumbrado al anonimato que no sé cuanto me acostumbre a ser popular...

- Oye, ¡haz esta pose! - Yerai estando de pie apoya su cuerpo sobre una de sus piernas y coloca una mano sobre su cadera, Indigo la imita - ¡Oooohhh... Mírate en el espejo!

Indigo se mira y su pose lo hace ver como una hermosa chica coqueta, no puede evitar sonrojarse, de pronto se da cuenta que Yerai le está sacando fotos

- ¡Te ves fantástica, mira! - Indigo mira la pantalla del celular de Yerai y más se sorprende y se emociona - Continuemos con el paseo, tu me dices si te cansas o algo, yo estaré cerca por que te estaré sacando fotos

- Está bien, no te pierdas por favor - A pesar de su temor, Indigo se ve esta vez más entusiasmado en participar del juego de Yerai

- ¡Tranquila, estaré cerca, no sabía que esto sería tan divertido!, Tú sólo camina y pasea mirando las cosas a tu alrededor, ignórame

- Está bien

El paseo de dos amigas se transforma en una sesión de fotos callejera, cada vez Indigo se siente más confortable con su aspecto e indumentaria e incluso en ciertos momentos actúa de manera femenina, Yerai no para de gozar la experiencia.

- ¿Quieres volver a la heladería de ayer?

- ¿Eh?, ¡es que me da vergüenza!

Terminaron yendo...

- ¡Hola, eres la princesa de ayer!, ¡Oohh, no me había fijado que tienes hermosos ojos azules!

- S... si señor... por favor, dos barquillos... - Indigo se muere de la verguenza, su rostro está todo ruborizado

- ¡Jejeje, por supuesto mi niña!

El dependiente, enternecido por la actitud de la supuesta chica, le sirve dos helados premium de tres sabores y bañados en chocolate

- E... entonces... ¿Cuánto valen estos?

- ¡Cortesía de la casa!

- ¿Qué? -Indigo se queda mirando con sus grandes ojos azules, Yerai se apura en recibir los helados y se despide del dependiente

- ¡Gracias señor!

Indigo se queda mirando al dependiente y saluda con voz baja, - Gracias...

- ¡Hasta pronto chicas!

Las chicas se alejan y Yerai felicita a Indigo

- ¡Buena, gracias a tí comeremos gratis!, estuviste muy bien, trata de ser siempre discreto y no sobre actúes la feminidad por que ahí sí podrías verte ridículo

- Ok - Indigo piensa para sí; - No sé si alegrarme o qué...

Pasean un rato más y vuelven a casa de Yerai, están los padres de Yerai y presenta a Indigo como una amiga, Indigo saca su voz de chica para saludar y ambas suben al cuarto de Yerai y se encierran.

- ¿Qué te pareció el paseo, Indigo?

Pero Indigo no sabe qué responder, aún está asustado por el torbellino de emociones que acaba de experimentar y que no puede describir con palabras, a lo que Yerai lo abraza un buen rato para contenerlo, ella puede sentir cómo el corazón de Indigo salta. En el reconfortante y cálido abrazo de Yerai, Indigo podía sentir todo el cuerpo de la chica, el aroma de su perfume, toda la geografía de su anatomía, pero al rato ella lo saca de su ilusión y le advierte;

- Escucha bien Indigo, tal vez esto es algo que no sepas, pero los hombres que se las dan de machos alfa o depredadores en general no dan puntada sin hilo y cualquier amabilidad te la cobrarán en la cama, por lo que antes que su virginidad se la lleve cualquier otro weón será primero mía.

- P... pero yo también soy... hombre, y jamás he tenido esa mentalidad

- Ayyyy cariño, tu no eres esa clase de hombre depredador, tu eres un herbívoro, no creo que haya por ahí algo más inofensivo que tú, un cuchillo de goma es más peligroso que tú, pero no te sientas mal por eso, te quiero así como eres y estos días me has demostrado que funcionas mejor como una apetitosa hembra, y como eres mi juguete, desde ahora yo te guiaré y cuidaré, siempre que te portes bien y me obedezcas, ¿De acuerdo mi niña?

Indigo se queda contrariado por las palabras de Yerai, pero ésta no le da tiempo de pensar mucho y rápidamente le saca la ropa a Indigo dejándolo solo con la lencería, entonces ella lo atrinca contra la pared y lo besa apasionadamente.

- ¡No tenemos mucho tiempo para culiar como corresponde pero una corta igual está bien, no me puedo resistir, te ves tan apetitosa, te deseo tanto!

Mientras Yerai se come a Indigo a besos sus dedos bajan de inmediato al trasero y se introducen, Yerai pistonea con su mano de manera furiosa y masajeando la próstata de Indigo, sin que Yerai suelte su boca, Indigo empieza a gemir

- ¿Acaso te gusta el heladero?, ¿Te querís comer al heladero?, ¡Eres una sucia perra!, ¡ví cómo le coqueteabas desgraciada!, vos sois mía solamente, ¿entendís?, ¡Nada de revolcarte por ahí con weones, recuerda lo que te dije recién!, ¡te veo en esa y te corto la pichula!

Yerai golpea con tanta fuerza que termina introduciendo la mano entera dentro del cuerpo de Indigo, éste jadea con fuerza como si le faltara el oxígeno, Yerai empieza a mover los dedos en el interior

- ¡Te gusta!, ¿eh?, te gusta... a ver, busquemos el camino

Yerai pone a Indigo de espalda y ella se agacha, con su mano izquierda agarra con fuerza las dos muñecas de Indigo y con su mano derecha va palpando y metiendo aún más adentro, hundiéndose su brazo hasta llegar casi hasta el codo, Indigo no puede gritar, escucha a los parientes de Yerai fuera de la habitación pero jadea con fuerza, Yerai vuelve a pistonear con todo el brazo dentro y tirando de las manos de Indigo

- ¡Ni te imaginái cómo me ponís de caliente!

Indigo tiene que morderse los labios para no gritar, Yerai suelta las manos de Indigo y se toca a la vez que taladra a Indigo, de manera tan impetuosa que finalmente provoca el orgasmo del chico sin que él se toque a la vez que ella también acaba

- ¡Desgraciada, ni siquiera toqué tus genitales y acabaste sola... 

Indigo ni siquiera responde, Yerai retira lentamente su brazo del cuerpo de Indigo

- Vamos a lavarnos - El cuarto de Yerai tiene un baño privado - Esta vez te la dejo pasar por que estábamos apuradas, pero para la próxima no acabarás sin mi permiso, ¿entendido? - Dicho esto, Yerai pellizca un pezón de Indigo.

Dado que los padres de Yerai vieron a Indigo como chica, éste tuvo que salir así de la casa, Yerai lo acompañó.

- Pasaremos a un motel para que te cambies.

Más tarde Indigo estaba en su casa sin creer lo que había sucedido.

De vuelta al colegio el lunes, Indigo conversa con su amigo Mílan cuando de pronto se acerca Yerai a saludar, le da un beso en la mejilla a Indigo y le susurra al oído;

- No olvides que eres mi perra

Saluda a Mílan y se aleja

- ¿Cómo va lo de ustedes?, al menos la he visto más alegre y con otro desplante, ya no se ve tan apática como antes, me da la impresión que les va bien

- S... seh... - Indigo responde con una tímida sonrisa y poniéndose colorado; - Está todo... bien...

Mílan se sorprende.

Rato después en la clase, Indigo piensa;

- ¿Qué hago?, No se qué responderle lo que está sucediendo ni como me siento, a medida que pasa el tiempo cada vez más Yerai me va enredando en sus cosas, es como una tela de araña, quisiera decirle que pare con su actitud abusiva pero no me salen las palabras del miedo... ¡me tiene completamente atrapado!... Si Mílan supiera se preocuparía mucho y me separaría de inmediato de ella y todo terminaría en una gran pelea... eso no quiero que suceda...

Indigo recuerda las palabras de Yerai:

"- En el colegio nadie debe saber de nuestro juego, el colegio es territorio sagrado, ¿Estamos?, fuera de clases todo lo que quieras, pero durante el horario de clases en el colegio, nada. Si sigues siendo una perrita obediente todo irá bien."

- ¿Por qué hablará así, se creerá mi dueña?

A la salida Indigo y Yerai se reúnen para ir juntos a casa pero los alcanza Mílan;

- ¡Yerai!, Hola, perdona Indigo, pero quisiera pedirle un favor a Yerai

- ¿Qué pasa?

- Yerai, Indigo sabe que participo en un taller de pintura los martes y jueves en las tardes, bueno, necesito una modelo de pintura, somos el maestro y once alumnos, sólo tienes que posar en traje de baño un día, por favor, el maestro incluso tiene contemplado un pago.

- ¿Es mañana martes?

- Sip

- Me encantaría Mílan pero no puedo, pero tengo una amiga que te puede ayudar, ella es muy guapa y no se negaría, lo sé.

- ¿En serio?, ¡Gracias Yerai!, ¿Pero no será problema que pose en traje de baño?

- Siii, no te preocupes por eso, dame de todas maneras la dirección y al menos te la llevo a tu taller

- ¡Genial!

Indigo mira la escena con la más tierna candidez.

Esa tarde Indigo sale solo al centro, se percata que vuelve a ser invisible ante la gente, hace el mismo recorrido del sábado pero nada es igual, pasó por la heladería y ahí estaba el dependiente, al mirarlo no pudo evitar ponerse nervioso pero el dependiente lo atendió con indiferencia.

Al salir del local se dió cuenta que era un personaje anónimo casi insignificante.

AL día siguiente en la tarde era el propio Indigo quien estaba delante del taller de pintura, Yerai va y lo presenta como la amiga que va a posar. Indigo está vestido con un bikini blanco, su peluca larga castaña y sus ojos con lentillas azules, que le permiten también ver sin necesidad de sus gafas, su pálida piel lisa y perfectamente depilada, uñas pintadas de color rosa, está paralizado frente al taller, el maestro se dirige a él;

- ¿Cómo se llama, dama?

- Hmmm... hm...

- ¡Disculpen, mi amiga se llama Indigo!

- Ya veo...

- ¡Oh qué coincidencia!, ¡se llama igual que mi amigo!- Exclama Mílan

- Señorita Indigo, tome por favor asiento en ese taburete, si siente frío o necesita algo nos avisa

- Entonces yo me retiro, ¿más o menos a qué hora terminan?

- En dos horas habremos terminados

- ¡Gracias!, Indigo, tu tranquila, yo vendré por tí, ¡Que te vaya bien!, te la encargo Mílan

- ¡Sí, no te preocupes!

- Bien, señorita Indigo, no sé si usted tiene experiencia o no posando pero la idea es muy sencilla, yo le indicaré la pose y usted se quedará quieta hasta que le diga que descanse, luego le pediré otra pose, es sencillo, ¿de acuerdo?

Indigo asiente con la cabeza.

- Señoras y señores, en esta ocasión contamos con una bella y fina dama para trabajar como nuestra modelo, aprovechen bien esta ocasión, tendrán sólo 10 minutos para esbozar la pose, luego daremos descanso a la modelo y cambiaremos a otra pose, sean ágiles y observadores, nada de coquetear con ella. Bien señorita Indigo, comencemos...

Durante todo el rato Mílan lo mira soprendido, Indigo no sabe qué pensar, está con la ansiedad a tope y trata de correrle el rostro tratando de tranquilizarse y controlar la situación, nuevamente tiene que contenerse para no huir de ahí.

Indigo luce impresionante como una perfecta chica, con un traje de baño bikini, peluca y lentes de contacto color azul que le permiten prescindir de sus gafas, sus partes íntimas están escondidas con una pieza de camuflaje que Yerai le facilitó, fue un durísima prueba para Indigo posar como una chica, casi desnudo, frente a su amigo. Milan jamás se percató que era su Indigo y lo miraba impresionado por la belleza y la coincidencia de nombre, Indigo apartaba la mirada por que Milan lo ponía nervioso, más aún que Yerai nuevamente lo dejó solo pone sus emociones casi al límite de lo que puede tolerar, durante todo el taller apenas habló, lo que fue interpretado como timidez.

Al terminar la sesión, Yerai aparece

- Hola, vengo a buscar a mi amiga, ¿Todo bien?

- Ah, señorita... ¿Yerai?

- Sip

- Si, todo bien, su amiga es una excelente modelo, estoy muy agradecido

- Excelente, vamos Indigo

y acompaña a Indigo al cuarto vestidor donde se cambia. Ahí Yerai besa y acaricia el cuerpo de Indigo y en un apasionado abrazo sin interrumpir sus besos le introduce un objeto en el trasero, tan rápido que Indigo apenas lo nota pero de inmediato ya no lo siente, entre besos Yerai le pregunta;

- ¿Le tienes ganas a Mílan? ¿Te fijaste como te miraba?, ¿Así te miró toda la clase?

Indigo sólo agachó la cabeza muerto de vergüenza

- ¿Y el profe?, ¿Te gustó más?

Indigo como puede le contesta que no,

- ¿Quieres comerte al Mílan? - Yerai repite cuatro veces la pregunta y cuatro veces Indigo le responde que no.

- ¡Estoy orgullosa de ti, eres mi perrita obediente!

A lo que Yerai le da un cálido beso con lengua, luego lo da vuelta y le pega una sonora nalgada ante lo cual sale sola del vestidor en busca del baño.