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Chapter 12 - Espiando a mamá

🌻GISELLE ZURUMI🌻

Caminaba por el pasillo junto a mis hermanas, las tres con pasos lentos y suaves para evitar hacer el mínimo ruido posible. Mientras más cerca estábamos de la habitación de nuestras madres, más claros eran aquellos ruidos extraños.

—¿Escuchan eso? —susurro Yuki.

—Esos son... ¿Gemidos? —contesto Sumi un tanto sorprendida.

Cada vez el ruido se parecía más a jadeos y gemidos, hasta que estuvimos a centímetros de la puerta y definitivamente eran gemidos los que estábamos oyendo con mis hermanas. Ya tenía el rostro todo sonrojado cuando llegamos a la puerta de la habitación de nuestras madres.

Me quede en silencio un momento, mis hermanas se adelantaron un poco para espiar por el agujero de la puerta. No podía creer lo que estaba oyendo. ¿Acaso esos eran los gemidos de mamá Hyuna? ¿Los de Miyako? Ciertamente sonaban más a la voz de mamá Ritsu, pero a veces se escuchaban los gemidos de dos mujeres juntas.

Mi mente comenzó a imaginarse la situación, mamá Hyuna besándose con Ritsu de la misma manera que yo me besaba con Yuki. O Ritsu besándose con Miyako mientras mamá Hyuna besaba alguno de los pechos de mis otras dos madres. En mi mente la escena se volvía más y más lujuriosa y candente mientras más lo pensaba. Casi se me olvida que mis dos hermanas estaban frente a mí, con sus colas moviéndose rápidamente de lado a lado.

—Nunca hubiera imaginado eso... —susurro Sumi.

—Mamá Miyako lo hace tan bien... Ritsu no para de gemir... —agrego Yuki.

—¿¡Eehhh!? Ahora las dos juntas...

—S-se corrió... mamá Ritsu se corrió en las dos...

—Y aun así... mami Hyuna... mami Miyako... que bien se ven besándose de esa manera~

Mi cuerpo se sentía más y más caliente, el ambiente ya estaba cálido como siempre solía estarlo cuando mis hermanas estaban cerca. Mientras mi mente estaba en esa escena lujuriosa entre mis tres madres, apenas oía los susurros de mis dos hermanas.

Cuando volví un poco a la realidad tenía a mis dos hermanas a mis lados, Sumi tenía una de sus manos sobre mi pecho, presionándolo con delicadeza. Yuki por su parte usaba su lengua bífida para meterla por mi boca y enrollar mi lengua y succionarla dentro de su boca. No entendía como habíamos llegado a esta situación, pero comenzamos a besarnos y a tocarnos allí mismo en el pasillo, frente a la habitación de nuestras madres.

Yo estaba en el medio de ambas mientras intercambiaba de bocas entre mis dos hermanas. Los gemidos se hicieron más fuertes, pero no eran los nuestros, dentro de la habitación mamá Ritsu comenzó a gemir con más fuerza. Mientras mi madre gemía mis hermanas comenzaron a bajarme el pijama y a descubrir mis pechos, ellas comenzaron a besarse frente a mí, envolviendo sus largas lenguas y succionándose con fuerza. Mientras veía como mis hermanas se besaban mis manos fueron en busca de algo con que entretenerse.

—Hay que intentar eso también... —le susurro Yuki a su gemela luego de separarse del beso.

—Hay que hacer lo mismo que mami Miyako y Hyuna le están haciendo a mamá Ritsu~ —le respondió Sumi.

Las dos se giraron hacia mí y bajaron sus cabezas. Cada una tomo uno de mis pechos y comenzó a lamerlo y luego a chuparlo. Solo eso me causo un tremendo placer de golpe, mordí con fuerza mis labios para evitar que saliera mis gemidos y que no se escuchasen.

Mis hermanas continuaron chupando mis pechos y yo cada vez estaba más y más inquieta. Mamá Ritsu seguía gimiendo con fuerza y poco a poco comencé a ceder al fuerte placer que estaba sintiendo. Mis gemidos comenzaron a salir poco a poco, Yuki y Sumi no se detenían y mis pechos ardían debajo de sus bocas inquietas.

Mis gemidos comenzaron a mezclarse con los de mi mamá, no sé que estaba haciendo ella ni que estaban haciendo Hyuna y Miyako, pero en ese momento las dos estábamos recibiendo mucho placer y gemíamos casi al unísono. Las colas de Yuki y Sumi se habían envuelto en mis piernas y llegaron hasta mis muslos, mientras más chupaban de mis pechos, sus colas hacían más presión enrolladas entre mis muslos.

—¡¡Aahhhhh!!~ Mmmhhhh~ Aahhhhh~ Qu-quiero... aaahhggg!~ quiero... chupárselas...~

Mis manos buscaron la entrepierna de mis hermanas y cuando las encontraron note que lo tenían más dura de lo normal, y parecían más grandes que cualquier otra vez. Solo moví un poco mis manos y ellas comenzaron a soltar un par de jadeos entre mis pechos.

Ellas se separaron de mis pechos y nos miramos las tres por unos 2 segundos, entre jadeos. Solo basto eso para comunicarnos y en el momento nos levantamos del suelo. Caminamos apresuradas y tomadas de las manos hacia nuestra habitación, al llegar no nos dio tiempo para cerrar bien la puerta por lo que aún se podía escuchar levemente los gemidos de nuestra madre Ritsu.

Llegamos a la habitación y nos dirigimos a la cama más cercana, yo misma me arrodillé y mis dos hermanas acercaron sus miembros demoniacos a mi rostro. Tome uno con mi boca y comencé a chuparlo, y el otro lo sostuve con mi mano para poder acariciarlo. Estaba tan excitada y mojada que deseaba mucho chupárselas a mis hermanas.

Mi boca comenzó a moverse rápido, mientras mayor era mi deseo más rápido se las chupaba a mis hermanas, en unos segundos mi cabeza se movía de manera rápida y constante. Iba alternando entre el miembro de Yuki y el de Sumi, sosteniendo ambos miembros con cada mano. Dentro de mi boca podía notar que el tamaño y grosor era un poco más grande que lo habitual.

Mientras hacia mi trabajo y me deleitaba con los miembros demoniacos de Yuki y Sumi, ellas comenzaban a jadear y gemir por el placer que les causaba mi boca y mis manos. De vez en cuando acariciaban mi cabeza y manoseaban un poco mis pechos mientras continuaban gimiendo.

—Aahhh~ Gise...~ tu boca es tan...~ —decía entre jadeos Yuki.

—Aahhhh~ hazlo como mamá Miyako se la chupaba a Ritsu~ Mmmhhh~ Sii...~ —decía Sumi entre gemidos.

Estuve un buen momento chupándoselas a mis dos hermanas, envolvía mi lengua en sus miembros y lo succionaba hasta lo más profundo de mi boca. Pronto sus gemidos comenzaban a hacerse más fuertes y los miembros cubiertos de mi saliva empezaron a palpitar con fuerza dentro de mi boca.

—Gisee~ Ya no pue-...

—¡¡Aahhhhh!!~ ¡Gise-neechan!~ —gimió Sumi con fuerza, en el momento que tenía su miembro en mi boca.

De pronto mi boca se llenó y mis mejillas se agrandaron, Sumi dejo escapar una gran cantidad de semen dentro de mi boca. Ella no fue la única que se corrió, ya que su gemela también hizo lo mismo, estaba masturbándola con mi mano mientras se la chupaba a su hermana, y de su miembro comenzó a salir una buena cantidad de semen que cayo sobre mi rostro lo que me obligo a cerrar un ojo.

De mi boca salían restos del semen de Sumi, ya que era demasiado para tenerlo todo en mi boca. Cuando saque su miembro de mi boca ella terminó de correrse en mi rostro, dejándome cubierta del semen de mis dos hermanas.

Estaba saboreando lo que tenía en mi boca, tragándolo poco a poco, mientras Yuki y Sumi se habían arrodillado y comenzaron a limpiar mi rostro con sus lenguas. Podía sentir como lamían y quitaban el líquido espeso que habían dejado cada una sobre mi rostro. Cuando termine de tragar lo que había en mi boca mis hermanas no dudaron y pegaron su boca a la mía.

Comenzamos a besarnos entre las 3, juntando nuestros labios en un solo punto y jugando con nuestras lenguas en el interior de la boca de cada una. Cuando las lenguas de mis hermanas se metieron en mi boca pude sentir más del semen que habían tomado de mi rostro, no se lo habían tragado, sino que lo contuvieron en sus bocas para que lo compartamos en este beso las tres juntas.

Mientras más nos besábamos de forma apasionada nuestros pechos se juntaban más, a veces sentía una pequeña presión sobre los míos, ya que mis hermanas empujaban sus bocas hacia la mía, metiendo sus lenguas bífidas en mi boca. Nuestros seis pechos se agrandaron por la presión mientras me dejaba llevar por la lujuria que producía esté apasionado beso triple que estábamos teniendo.

El semen había desaparecido entre nuestras bocas y ahora compartíamos la saliva de las tres, hasta que llego el punto que nos quedamos sin aliento y tuvimos que separarnos, una acción realmente difícil, ya que estábamos disfrutando demasiado de ese beso de tres.

—Aaahhhh... Gise-nee... yo aún no... —Yuki termino su frase apoyando su miembro aun erecto sobre mi muslo.

—Yo tampoco he terminado, Gise~ —agrego Sumi.

Ella tomó mi mano y la llevo a su grueso y duro miembro demoniaco. Sentir los miembros erectos de mis dos hermanas sobre mi cuerpo me provoco una sonrisa traviesa. Estaba tan excitada en ese momento que quería sentirlas a las dos dentro mío.

—Onee-chan... quiero tenerla dentro... metémela por favor~

Mencione sonriéndoles a ambas, embobada de lujuria y excitación total. Las 3 nos paramos y acomodamos en la cama, me terminé de quitar mi pijama y mis hermanas hicieron lo mismo. Yo fui la primera en recostarme en la cama, por lo que vi los cuerpos sensuales de mis dos hermanas succubos frente a mí, con sus garras, sus colas largas y puntiagudas, sus cuernos y esas alas que sobresalían por detrás de su espalda.

Yuki fue la que se adelantó y se acomodó frente a mí, tomando mi cintura con ambas manos para acercarme a ella. Abrí mis piernas para mi hermana y poco a poco fue introduciendo su miembro demoniaco dentro de mi vagina. Estaba claro que esta noche ambas la tenían más gruesa de lo normal, sentía como mis paredes vaginales se abrían, como si estuviera volviendo a perder mi virginidad con Yuki. Arquee mi espalda y agarre con fuerza las sabanas mientras mi hermana metía la totalidad de su miembro en mi interior.

—¡AAAAHHHGGG! ¡¡Yuki-nee!!~ ¡esta adentro!~~

Yuki sostuvo con fuerza mi cintura y comenzó a embestirme con su miembro. Cada vez iba más y más rápido, mis pechos comenzaban a moverse al ritmo de sus embestidas y mis gemidos no paraban de aumentar en la habitación.

—Aaahhh~ Gise...~ estás muy apretada...~ Mmmhhh~

Podía sentir como Yuki se emocionaba más, ya que cada vez su ritmo aumentaba y era más brusca con sus penetraciones hacia mí. La cama comenzó a rechinar y le hice señas a Sumi para que se acercara, no podía dejar a mi hermana a un lado mientras su gemela me follaba, ya había aprendido a atenderlas a las dos a la vez.

Cuando Sumi se acercó mis gemidos cedieron, mi boca se ocupó en ese momento de atender el miembro de mi hermana Sumi, que estaba igual de duro que el de Yuki. Comencé a chupársela a Sumi con mucha destreza mientras Yuki seguía follándome, podía escuchar los jadeos y gemidos de ambas mientras las dos me embestían con sus miembros demoniacos, una metía su miembro por mi boca mientras me esforzaba por chuparlo y la otra metía el suyo dentro de mi vagina follándome con mucha insistencia.

En ese momento estaba llenándome de placer por todo mi cuerpo, lo que comenzó espiando y escuchando los gemidos de mis madres termino en esta escena lésbica en nuestra habitación, con mis dos hermanas follando mi boca y mi vagina con demasiada insistencia. Y estaba segura de que esto era solo el comienzo de nuestra larga noche entre hermanas.