🌸 HYUNA NAKANO 🌸
Estaba desesperada, la sangre me hervía por todo el cuerpo, me sentía demasiado inquieta y excitaba. Mis dedos, que rozaban los de Miyako, se movían muy rápido en el estrecho espacio que había dentro de la intimidad de Ritsu. Ella continuaba gimiendo con fuerza mientras ambas la masturbábamos y nos alimentábamos de su leche materna. Aún no estaba segura cuál de sus dos leches era la mejor, pero me encantaban ambas y no me cansaría de exprimirla para saciarme de su leche materna y su leche paterna, como nos gustaba diferenciarlas a Miyako y a mí.
Unos minutos más tarde me separe de su pecho, mi intimidad estaba demasiado mojada y me pedía a gritos ser atendida y penetrada. Me adelante a Miyako y saque los dedos de la vagina de nuestra esposa.
—Ritsu, ya es momento de atender a tus esposas. Ya esperamos demasiado tiempo...
Me acerque a su oído y le susurre.
—Quiero que me la metas y no pares hasta llenarme al menos unas cinco veces~
Tome su oreja con mis labios y la bese levemente tratando convencerla, esperando que Miyako no me haya oído. Mis piernas se enrollaron en uno de los muslos de Ritsu y comencé a frotar levemente mi entrepierna para mostrarle lo mojada y desesperada que estaba porque me cogiera. Por desgracia Miyako se había dado cuenta de mis intensiones y se acercó al otro costado de Ritsu.
—Oye no te olvides de mí, yo también necesito atención Ritsu~
Vi de reojo como Miyako tomaba una de las manos de Ritsu y la llevaba a su vagina para mostrarle lo ansiosa que estaba por recibirla dentro.
—Puedes correrte dentro todas las veces que quieras~ sabes muy bien que nosotras estamos para que nos rellenes con tu leche~ —Miyako también comenzó a lamer la oreja de Ritsu.
—Chicas... ya les dije que no me pongan en esta situación, además... —se interrumpió por un segundo.
Ambas miramos como algo se movió entre las sabanas y un fuerte brillo apareció en la entrepierna de Ritsu.
—Yo puedo complacerlas a ambas al mismo tiempo~ —termino de decir ella al momento que mostraba su larga cola de succubo y aparecía un grueso y largo miembro erecto delante de ella.
En el momento que lo vi me levante por instinto y me acerque a ella. Miyako hizo lo mismo, pero la aparté con una mano, evitando que me quitara mi lugar. Al final yo me subí a horcajadas de Ritsu, con su grueso miembro frente a mí. Por lo erecto que estaba podía ver que llegaba hasta la mitad de mi vientre, superando la altura de mi ombligo.
—Mmmm... ¡no es justo! —dijo Miyako haciendo un puchero.
Yo aproveché para tomar ese miembro con ambas manos y acariciarlo, sintiendo su dureza.
—Tranquila amor, ya será tu turno. Pero por mientras podemos divertirnos de otra manera~ —le respondió Ritsu.
La boca se me hacía agua mientras me levantaba mis caderas para acomodarme. Baje lentamente y fui metiendo la punta de ese miembro dentro de mi vagina. Sentía como se deslizaba y abría mis paredes vaginales, algunos jadeos salían de mi boca disfrutando aquella sensación. Llego un momento en el que su miembro ya no entraba, había algo que lo obstruía, y aún falta un poco menos de la mitad del miembro que no estaba dentro mío.
Mordí mis labios y empuje con fuerza mis caderas, la punta del miembro se abrió paso por la entrada de mi útero y se metió en lo más profundo de mi cuerpo. Solté un fuerte gemido por la sensación, seguí bajando hasta que mis muslos hicieron contacto con las piernas de Ritsu, lo que me indicaba que ya había entrado por completo.
—¡¡Aaahhhh!!~ Ahhhhh...~ esta... dentro...~
Trate de calmar mi respiración y en ese momento vi como Ritsu y Miyako se besaban de manera tan apasionada, y se manoseaban los pechos. Sonreí por aquella escena y me agaché un momento, el miembro dentro de mi útero rozo alguna pared y me causo otro fuerte jadeo. Cuando apoye mis manos sobre el abdomen de Ritsu estaba lista para hacerlo.
Levante un poco mis caderas y luego las baje con fuerza, el miembro dentro mío hizo su trabajo y penetro en mi útero por segunda vez, causándome unas fuertes oleadas de placer que recorrieron todo mi cuerpo. Volví a levantar mis caderas y otra vez esa inmensa sensación recorrió mi cuerpo. Mis gemidos comenzaron a escucharse cada vez más, y la cama no hacía más que rechinar en consecuencia.
—¡Aaahhhh!~ Aaayyy~ ¡Siiii!~ ¡que ricoo!~ Mmmhhhggg~
Mis gemidos se hacían más fuertes y constantes a la vez que mis caderas se movían con más rapidez, mis movimientos se transformaron en fuertes y constantes sentones que arrancaron varios gemidos de la boca de Ritsu.
—Aahhhh~ Mmmggg~ ¡Dioss!~ Hyunaa~ —los gemidos de Ritsu se escuchaban cada vez más.
—Ritsu, se supone que también tienes que atenderme a mí, no es justo que desvíes toda tu atención a Hyuna —se quejó Miyako.
Yo apenas la escuchaba, mi cuerpo estaba siento fuertemente atacado y no podía parar de gemir con fuerza.
Era demasiado placentero sentir como Ritsu penetraba mi vientre sin parar, una sensación de la que nunca me cansaría. Seguía saltando sobre el cuerpo de mi esposa y disfrutaba de su miembro demoniaco, una mano se posó sobre mi cintura sintiendo como me sostenía, o trataba de hacerlo.
Abrí un poco mis ojos y me di cuenta que Miyako se encontraba comiendo de la boca de Ritsu, aquellas dos no podían quedarse quietas mientras yo disfrutaba de Ritsu. En la habitación lo único que se escuchaban eran mis fuertes gemidos y los rechinidos de la cama que causaban mis sentones.
Arquee fuerte mi espalda por el placer, mis grandes pechos saltaban con un ritmo constante de arriba a abajo debido a mis repetitivos saltos sobre el miembro de Ritsu. Estaba en el paraíso, mi cuerpo había abandonado esa habitación y se encontraba en un lugar completamente distinto. De pronto unas manos me devolvieron al presente.
Cuando abrí mis ojos Miyako me abrazo por y con un rápido movimiento tomo mi boca. Sentí una segunda boca sobre mi pecho y el inmenso placer que sentía hace unos momentos se multiplicó. Miyako rápidamente atrapo mi lengua con la suya y comenzó a lamerla y chuparla dentro de su boca, ahogando todos mis gemidos. Ritsu en cambio se ocupó de uno de mis pechos, lo besaba y chupaba con tal fuerza que me transmitía grandes cantidades de placer.
En ningún momento me detuve con mis sentones, mientras Miyako comía de mi boca y Ritsu se ocupaba de follarme y chupar uno de mis pechos me estaban volviendo loca. Unos minutos después Miyako se separó y bajo a la altura de mis pechos, en ese momento dejé escapar todos los gemidos acumulados que traía dentro.
—¡¡AAAHHHHGGG!!~ ¡¡DIOSSS!! CHICASS~~ MMMMHHGGG~~ ESO ES TAN... ¡¡¡MMGGHHAAAGGGG!!!~~ SIIII~~~
Arquee mi espalda y mi cabeza mientras ambas mujeres se ocupaban de darme la mejor noche de mi vida. El miembro de Ritsu no paraba de entrar y salir de mi útero a grandes velocidades, yo no paraba de saltar con fuerza y mi esposa ayudaba moviéndose como podía debajo mío, para que la punta llegara más al fondo de mí.
Mis pechos estaban siendo fuertemente atacados, mis dos mujeres se ocupaban de uno cada una, chupaban y succionaban con todas sus fuerzas sin detenerse ni un segundo. Apenas y pude sentir como las 3 manos recorrían mis muslos y sujetaban mi cintura, lo que hicieron a continuación fue obligarme a moverme más rápido. Mis caderas se movían a causa mía, buscando más placer del que estaba sintiendo y también debido a mis dos esposas que me obligaban a ir más rápido todavía.
Dentro de mi interior, además de como entraba y salía el miembro de Ritsu, sentí un fuerte cosquilleo. Uno que iba en aumento a una velocidad increíble, hasta que en un momento exploto.
—¡¡AAAHHHHGGG!!~~ ¡¡SSIII!!~ ¡¡AAHHHYYYYY DIOSSS!!~~
Me detuve en seco y mi primer orgasmo de la noche comenzó a salir. En primer lugar sentí como empezaba a llenarme dentro, ya que mi vagina se encontraba ocupada por todo el grosor del miembro demoniaco de Ritsu. Me quede quieta, babeando por la comisura de mis labios, con la mirada perdida hacia el techo. Las tres manos que estaban en mis caderas no se detuvieron, me movieron un poco más, causándome varios gemidos fuertes que salían de mi boca.
Mientras ellas me movían mis fluidos salían de a poco de mi vagina, luego de unos momentos Miyako me empujo levemente dejándome caer sobre la cama. Me sentí con un gran hueco dentro mío cuando Ritsu saco su miembro de mi interior.
Apenas caí a un lado de la cama mi respiración estaba totalmente agitada, fue uno de esos orgasmos extremos que solía tener en nuestros tríos, todo el placer se acumulaba y en un punto dejaba salir todo con un orgasmo que se acercaba a ser un squirt. Mientras me recuperaba apenas pude sentir el cuerpo de Miyako sobre mí, sus pechos se presionaron contra los míos, su silueta obstruida mi vista y sin preguntar se volvió a adueñar de mi boca.
Sentía que me quitaba el aire con su beso apasionado, pero pronto ella comenzó a hacerme respiración boca a boca para que me recuperara más rápido. Debido a mis espasmos por mi reciente orgasmo mis caderas daban leves movimientos de arriba a abajo, lo que Miyako malinterpreto con otra cosa y se acomodó para continuar con lo que Ritsu había dejado.