Tristán asintió a Geoffrey antes de disculparse con Bella.
—Lo siento, necesito irme. Hay algo importante de lo que necesito hablar con Geoffrey. Le pediré a Noora que venga y te acompañe... —Se siente terrible por dejarla sola.
—Está bien, Tristán. Pero no hace falta que pidas a Noora que me acompañe. Ahora tengo sueño; quiero subir a echar una siesta.
—De acuerdo, dejame acompañarte arriba —Tristán sonrió y la llevó a su dormitorio antes de apresurarse a su oficina en casa.
Cuando Tristán entró en su oficina en casa, vio a Reid sentado allí con su expresión nerviosa inusual.
Reid se levantó para saludarlo. —Jefe, lamento molestarlo en el fin de semana —dijo con un tono cortés que no logró ocultar la ansiedad en sus ojos.
—Está bien. Sé que no molestas mi fin de semana a menos que sea urgente. ¿Qué sucede? —Tristán preguntó mientras tomaba asiento frente a Reid. Sabía que si Reid había acudido a su casa apresuradamente, había noticias que no se podían discutir por teléfono.