—Mamá, mi padre quiere hablar contigo.
Natalie suspiró profundamente antes de responder a Bella.
—¿Te molestó? —Natalie empieza a sentirse enojada con Lucas—. Bella, si se negó, déjalo estar. No me importa mi situación con él. Estaré bien si no me obliga a volver allí.
—No, mamá. Papá no me molestó. En realidad ha cambiado mucho. Desde ayer, siento que conocí a alguien más; se ve tan diferente.
—¿Qué quieres decir con que ha cambiado mucho? —preguntó Natalie, confundida—. Un monstruo nunca cambia, Bella. Lo que ves es probablemente solo su máscara.
—Mamá, lo sé. Pero en verdad ha cambiado —dijo Bella. Ella sabía que era imposible cambiar la actitud de alguien, al menos no rápidamente o en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, después de encontrarse con su padre ayer y hoy, Bella pudo ver algo cambiar dentro de él. Ahora él es diferente a lo que ella había imaginado antes de verlo la última vez.