Los ojos de Bella estaban fijos en su teléfono móvil. Su corazón latía con cada segundo que pasaba, esperando una llamada de Tristan. Pero la llamada que anhelaba, la que le traería alivio, nunca llegó.
A pesar de que le había enviado algunos mensajes breves pidiéndole que la llamara de inmediato, todavía no había recibido un texto de él.
Su mente empezó a hacer ruido, y numerosos pensamientos negativos comenzaron a preocuparla, imaginándose que algo terrible le había pasado a Tristan.
Incapaz de soportarlo más, Bella decidió llamar a Dylan, el asistente de Tristan. —Debe estar con Tristan ahora, ¿verdad?— Sin embargo, el teléfono de Dylan tampoco estaba disponible después de que marcó.
El ceño de Bella se frunció al mirar la pantalla de su teléfono móvil al descubrir que el teléfono de Dylan estaba inactivo. Esto la confundió aún más.