—¡Supongo que no! ¿Por qué? —preguntó él.
—¿Y tú qué? —respondió con indiferencia.
—Por supuesto, lo sé... Petrovich, ¿verdad? —afirmó con seguridad.
—Mmm. Tienes razón, hermana —Stefan sonríe—. Tal vez ustedes dos no lo sabían, pero les sugiero que busquen quién es la familia Petrovich, especialmente tú, hermanito Leo. Busca ese nombre ahora y sabrás si soy una persona débil o no.
Leo, "...".
No quería perder su tiempo entreteniendo a Stefan y no le importaba quién era la familia Petrovich. Pero al ver ahora la expresión orgullosa y despectiva de Stefan, no tuvo más remedio que echar un vistazo.
—¿No me digas que tu familia es una familia militar o relacionada con tu presidente? —Leo dijo casualmente mientras tecleaba en el buscador de su teléfono móvil—. No puede provenir de una familia prestigiosa, ¿verdad?