Bella se detuvo frente a la puerta de su oficina y se giró hacia Sam con una expresión pensativa.
—Sam, necesito que pases más tiempo en la Red Sentinel y menos tiempo siguiéndome. Eh... Sabes qué, solo necesitas enfocarte en la Red Sentinel. Asigna a alguien de tu máxima confianza como mi guardia —ordenó Bella.
Sam y Leo se sorprendieron al escuchar eso.
—Lo siento, Jefa. Con todo el respeto... No puedo hacer eso —Sam rechazó inmediata y firmemente la orden.
—Sé que la Red Sentinel es importante. Pero protegerte a ti es mi máxima prioridad. No quiero que te pase nada malo. Así que, aunque esté ocupado con la Red Sentinel, no puedo dejar de lado mi tarea principal. Confía en mí, Jefa. Me las arreglaré —continuó.
Bella quedó impresionada al escuchar la respuesta profesional de Sam. Aún así, siempre se sentía culpable cada vez que veía sus increíbles talentos de comando y gestión desperdiciados como guardia y conductor.