Después de poner a Dax en su habitación, Tristan se une a Bella en la sala de estar.
Tristan la vio leer algo en su teléfono móvil. Por su expresión, podía adivinar que algo la preocupaba ahora, lo cual le inquietaba. Sin embargo, no quería distraerla en ese momento.
Se sentó frente a ella en silencio. Después de unos minutos, ella levantó la vista hacia él, y él le sonrió cálidamente a pesar de su sorpresa.
—¡Dios, Tristan, me has asustado! —Ella guardó su teléfono móvil en su bolso y silenciosamente soltó otro profundo suspiro, intentando ocultar su preocupación. Sin embargo, era demasiado tarde. Tristan ya lo sabía.
—Pareces un poco preocupada. ¿Pasó algo en la oficina? —preguntó él con preocupación.
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Aunque Laura Kiels montó un espectáculo en la oficina solo para verla, no era eso lo que la distraía ahora. Sin embargo, un correo electrónico anónimo había llegado a su bandeja de entrada.
