Como un ángel durmiendo en el sofá, Tristan podía ver lo hermosa que era.
Tristan observó su rostro sereno por un momento más, admirando su belleza. Al ver sus rasgos, sintió una abrumadora sensación de dolor. Ahora se sentía identificado con una cita que había leído antes:
—El arrepentimiento siempre llega después.
Realmente se arrepiente de lo que sucedió en el pasado.
Aún estarían locamente enamorados si se hubiera enamorado de ella antes.
—¡Suspiro!
—Eres el hombre más estúpido que jamás haya pisado este mundo, Tristan Sinclair. ¿Cómo pudiste ignorar a esta mujer en el pasado? —Una vez más, Tristan se reprendió a sí mismo por su estúpido error que nunca olvidaría por el resto de su vida.
Después de respirar hondo en silencio, Tristan se acercó para cargarla.