En una Villa de lujo.
Laura Kiels estaba enfadada cuando su teléfono móvil sonó durante su sueño.
Cuando Laura vio que su gerente, Robert, la llamaba, contestó al teléfono y expresó su frustración.
—¿Por qué me llamas ahora? —preguntó perezosamente mientras yacía en la cama con los ojos cerrados.
Robert se sorprendió de escuchar la voz todavía ronca de Laura.
—¿Laura, todavía estás en la cama? ¿Olvidaste que hoy tenemos que grabar tu comercial de joyas? —preguntó incrédulo.
Había estado esperándola durante lo que parecía una eternidad, pero ella no aparecía por ningún lado. La preocupación en su corazón creció, temiendo que Laura pudiera olvidar una vez más su apretada agenda del día.
—¡Maldito seas, Robert! ¡Haz tu trabajo correctamente! ¿Cómo te atreves a no saber que la filmación del comercial de hoy se canceló!? —gruñó Laura irritadamente.