—Hola, buenos días Geoffrey —Bella le sonrió de vuelta—. ¿Ya andas por aquí a esta hora?
—Sí. Acabamos de regresar del mercado para comprar ingredientes para el almuerzo... —explicó Geoffrey.
A Geoffrey no le correspondía hacer la compra él mismo. Pero su Maestro le insistió en no cometer errores. Así que, no tuvo más opción que acompañar al chef.
—Ah... —Bella solo pudo ofrecerle una sonrisa comprensiva, sintiendo lástima por Geoffrey; tenía que estar ocupado—.
—Por favor, házle saber que llegaremos a las once.
—Sí, señora.
Bella sonrió a Geoffrey, luego se excusó y entró por la puerta de su casa.
....
Geoffrey condujo su coche de vuelta a su casa. Después de ayudar al chef y a la criada a descargar sus cosas, entró de inmediato en la casa para esperar a que su Maestro despertara.
Sin embargo, cuando Geoffrey entró en el área del salón, se sorprendió al ver a Tristan sentado en el sofá leyendo algo en su iPad.
'¡Vaya! ¿El Maestro ya despertó?'