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El camarero miró a Bella y Leo con preocupación.
—¿Cederían su habitación VIP si supieran que Laura Kiels desea utilizarla? —reflexionó.
Preocupado por haber cometido un error, el camarero explicó la situación a Jessica, pero ella se mantuvo insistente.
Jessica sonrió suavemente al camarero antes de preguntar cortésmente. Aún así, su tono sonaba como una orden que no podía ser rechazada —¿Podría acercarse a ese cliente? Podría ofrecerles un almuerzo de cortesía. Yo pagaré la cuenta por ellos. Dígales que pueden comer todo lo que deseen.
El camarero se preocupa por ofender a una figura pública y esta mujer mayor con un aura de un trasfondo acaudalado; decide ayudarles a hablar con el cliente anterior.
—Señora, hablaré con ellos primero antes de tomar una decisión. Sin embargo, no estoy seguro de si aceptarán su generosa oferta, señora... —dijo el camarero.
