—Jajaja... ¡Lo sabía! —dijo Harper. Giró su mirada hacia Jack—. ¿Ahora me crees, Jack? ¡Gané! No olvides cumplir tu promesa.
Jack no puede evitar reírse:
— Bueno, tienes toda la razón, Harper. No te preocupes, nunca me echaré atrás de lo que te prometí.
—¡Sí! Gracias, Jack. Te enviaré las especificaciones del coche que quiero —la sonrisa de Harper se hizo más amplia. Luego miró a Bella de nuevo. La luz en sus ojos brilló intensamente cuando dijo:
— Oh, mi querida Bella, muchísimas gracias...
Harper estaba contenta; iba a conseguir un coche nuevo después de adivinar que Bella estaba utilizando su banco suizo porque no se había dado cuenta.
Bella frunció el ceño. Totalmente confundida.
Innumerables preguntas llenan ahora la mente de Bella al escuchar la conversación de Jack y Harper —ellos ignoraron por completo su pregunta. En cambio, están hablando de algo que ella no entiende.
—¿¡De qué estáis hablando!? Dios, ¿podéis responder a mi pregunta? —Dijo impacientemente.
