—Hai Xiaotang, me alegra que me ames tanto, pero necesito dejarte esto claro ahora. No importa cuánto viva, debes ser fuerte y seguir adelante. Quiero que sigas viviendo, vive hasta los 100, ¿entiendes? —dijo Dongfang Yu sujetando firmemente sus hombros seriamente.
—Dongfang Yu, ¡yo también quiero decirte algo serio ahora! No importa cuánto pueda vivir, cuando muera, tú también tienes que seguir adelante, vive hasta los 100, ¿entiendes? —replicó Hai Xiaotang sollozando y con la misma seriedad.
—... —expresó Dongfang Yu.
—¿Puedes hacerlo? —insistió Hai Xiaotang.
—¡Imposible! —se burló Dongfang Yu mientras su rostro se ensombrecía.
Si este mundo ya no tuviera a Hai Xiaotang, no tendría sentido seguir viviendo...
—Por eso yo tampoco podría —se burló también Hai Xiaotang.
¡La chica descarada se atrevió a atraparlo de esta manera!