—Al mencionar esto, Hai Xiaotang de repente recordó la cuenta que tenía pendiente con Dongfang Yu.
—¡Él se atrevió a ocultar su enfermedad, se atrevió a mantenerla en la oscuridad, se atrevió a ocultarle todo!
—Si realmente estuviera muerto, ¿no perdería ella sus últimos momentos?
—No, si él muriera, probablemente no le permitiría saber esta noticia durante toda su vida.
—Entonces ella esperaría tontamente por él toda su vida, ¡hasta su propia muerte!
—Pensando en cómo la trató, sin permitirle saber o compartir nada, Hai Xiaotang sintió un profundo dolor y rabia dentro de ella.
—Lo que más le agonizaba era que él no la dejaba estar a su lado durante sus momentos más difíciles.
—Al pensar en estas cosas, las lágrimas de repente comenzaron a fluir por su rostro.
—Dongfang Yu la miró, y al ver sus lágrimas, apresuradamente detuvo su carro.