—Realmente estoy embarazada de su hijo...
—¡Imposible! —replicó Hai Xiaotang vehementemente—. ¡Dongfang Yu nunca me traicionaría, absolutamente imposible!
Wen Yue la miró con indiferencia, sin mostrar signos de agitación.
—Él realmente te ama, y nunca te traicionaría. Pero, tuvimos una aventura cuando estábamos borrachos. Admito, también es mi culpa...
Un fuerte golpe resonó de nuevo en la cabeza de Hai Xiaotang.
Sus oídos zumbaban, no podía escuchar claramente, y mareos aparecieron ante sus ojos.
—De ninguna manera, Wen Yue, ¡estás mintiendo! ¡No puedes arruinar la relación entre Dongfang Yu y yo! —A pesar de su malestar, Hai Xiaotang la refutó con calma.
Porque realmente no creía que Dongfang Yu haría tal cosa...