Delante de Hai Xiaotang, solamente era eso: un hombre ridículo y sin dignidad.
Él mismo deseaba matar esa versión de sí mismo...
Pensándolo, Dongfang Yu se llenó de ira una vez más.
—Hai Xiaotang, ¿sabes qué se siente que tus huesos se desgasten? —la miró fijamente, cuestionando cada palabra.
Hai Xiaotang estaba estupefacta.
Dongfang Yu se burló, pero la oscuridad en sus ojos era demasiado densa para disiparse, —Lo he experimentado, por tu culpa.
—... —Hai Xiaotang quedó atónita otra vez.
Luego, Dongfang Yu aplanó la curva de sus labios, su expresión de repente se volvió sombría, —¡Pero todo está en el pasado! ¡Todo está en el pasado!
—...
—Es una pena que me quedara con dolor crónico de estómago. ¡Sin embargo, gracias a Dios que ya todo es pasado!
Hai Xiaotang lo miró sin entender, sin palabras.
El sentimiento dentro de ella era complejo y algo incómodo...
Observando la figura que se alejaba de Dongfang Yu, Hai Xiaotang murmuró para sí misma.