Hai Xiaotang salió del hospital, de repente con ganas de charlar.
Sacó su teléfono y marcó a Qiao Ning:
—¡Hey, Qiao Ning, estás libre? Quiero invitarte a comer.
—Estoy libre, pero esta vez ¡yo te invito! De lo contrario, no voy —dijo Qiao Ning con una burla intencionada por teléfono.
Una sonrisa brilló en la cara de Hai Xiaotang:
—Está bien, entonces tú pagas.
Una vez que acordaron el lugar de encuentro, colgaron el teléfono.
Hai Xiaotang llegó primero al restaurante, con Qiao Ning llegando unos minutos después.
—¡Qiao Ning, estoy aquí... acá! —Hai Xiaotang le hizo señas felizmente al ver a su amiga.
Qiao Ning se apresuró a acercarse, se sentó frente a ella y con una sonrisa preguntó:
—Xiaotang, ¿qué te hizo querer comer conmigo hoy? Pensé que estarías en la biblioteca estudiando.
