William paso 2 semanas solo viendo los atardeceres, no quería hacer nada más que ver a su amiga, se preguntaba así mismo porque Roxi no le tuvo la confianza para explicarle lo que le pasaba.
*Tal vez no pudiera ayudarle económicamente, pero la hubiera escondido para que no se fuera, sin tan solo me hubiera ganado su confianza me habría contado su preocupación, con razón siempre estaba triste* pensaba William con la cabeza caída de dolor.
Su padre subió a su habitación, pues el igual sentía un gran dolor al ver a su hijo tan triste.
-William, hijo, debes de bajar, ya no hemos entrenado, creí que te gustaría saber manejar la espada- hablo Abraham colocando su mano en la espalda de William esperando una respuesta
—padre, ¿La espada de que me serviría?, yo quiero, solo quiero.... Verla una ves más— dijo William con lágrimas en sus ojos
-Bien ¿que dirías si te contará, que aprendiendo a manejar las armas pudieras volver a ver a Roxi?- dijo Abraham con la esperanza de que su hijo se animará
—¿Eso es posible?— dijo William con una sonrisa y una esperanza nueva
-claro, un amigo mío es de la realeza de este Reino, está buscando un guardaespaldas para la princesa Sam, ¡hijo si aprendes a manejar las armas podrías trabajar y juntar el dinero suficiente para pagar la libertad de Roxi!- dijo Abraham
—¡Enserio papá!, tienes razón si yo compró a Roxi jamás se volverá a ir— dijo William con una sonrisa
William procedió a prepararse para entrenar, primero con la espada, su padre al haberle roto la primera le prestó una vieja, William la aceptó pues su unico propósito era entrenar lo mas que se pueda para poder conseguir el empleo de guardaespaldas de la princesa, Abraham lo ayudaría a entrenar, enseñándole el flujo de su "MANA".
—bien hijo, tu mana se combina con el viento, como un aire de última esperanza, esa esperanza que sientes de rescatar a Roxi es la que necesitas para sacar tu poder mágico—
William sostuvo su espada enfrente de el, se relajo, dió suspiros, inalo profundo, en su mente solo tenia la esperanza de rescatar a Roxi, coloco toda su fuerza de voluntad en sus manos, de pronto sintió un aire acogedor en sus manos, su espada se llenaba de ese Aire, su padre Abraham no podia creer lo fácil que William aprendía, William observo su espada la cual se llenó de una energia cortante, con un aire acumulado en su interior, de pronto la espada vieja se rompió en dos.
William se pregunto que paso, que hizo mal, observo a su padre, al verlo miro una cara de sorpresa seguida de una cara de orgullo.
-Hijo, no dejas de sorprenderme- dijo Abraham con mucho orgullo
—papa... ¿De que hablas, si acabo de romper mi espada?— pregunto William con duda
-Pues... La espada estaba tan vieja, que tú poder mágico fue demasiado, tu aire fue tan filoso, que tú espada se cortó- explico Abraham
—entonces... Con una espada nueva se podría acumular bien mi magia ¿no?— pregunto William
-si, pero hijo, ya no tengo dinero para otra espada, y la mía la uso para trabajar yyyy...- Abraham se detuvo en media palabra al observar a su hijo lo que intentaba hacer
William observo su mano, la estiró enfrente de el y pensó
*Si puedo concentrar mi magia para que una espada vieja sea filosa, y fue suficiente para romperla, se ignifica que asta lo más blando funcionado con mi magia sería una arma de filo*
William concentro magia en su mano, su padre solo observaba, William se concentro en su suspiro, en su aire de esperanza, su padre no podia creer lo que veía, William estaba forjando una espada utilizando solo su mano, como una cuchilla de viento que lo rodea, asta que alfin su arma estaba echa , del codo asta unos 20 cm después de su mano se creo una energia como una cuchilla de aire, Su padre sorprendido sin decir nada cargo fuerza y magia en su espada y atacó a William y tal como el se imaginó, William paro el ataque con su cuchilla magica.
-con que, forjar tu propia arma, jajaja muy listo hijo- dijo Abraham con orgullo
William paro en ese momento, pero todos los días por dos semanas entrenaba su nueva técnica, ahora no necesitaba una espada, pues su brazo era su espada.
Un día William acompaño a su madre al pueblo la cual le iba contando cómo ella y su padre eran un par de aventureros, William se sorprendió el sabía que Abraham era un aventurero, pero le sorprendió que su madre también lo fuera
—madre, ¿Tu también eres una aventura de espada?— pregunto William
-no cariño, yo no soy tan fuerte y valiente para pelear cuerpo a cuerpo, yo era una hechicera- dijo su madre
—¡ Una hechicera !— dijo William muy sorprendido
-asi es, y yo creo que por eso naciste con mucha magia como para poder crear tu cuchilla de aire- dijo su madre
—Madre, ¿Crees que puedas enseñarme?— pregunto William con entusiasmo
-¿Tan bien quieres ser hechicero?- pregunto su madre
—quiero aprender de todo, si quiero trabajar con guardaespaldas de la princesa, debo destacar, y si soy un guerrero de espada y ala vez un hechicero de que sería capas de proteger a quien yo quiera— dijo William
Después de las compras su madre lo llevaría a casa, y le explicaría los pasos de los hechiceros, sostuvo su bastón, que en la punta tenía una esfera azul
-William, los hechiceros poseemos un gran poder devastador y ala ves un poder que beneficie a nuestros aliados, un ejemplo nosotros utilizamos la segunda habilidad de los elementos- dijo su madre
— ¿Madre me puedes explicar? — pregunto William
-Bien, mira, yo soy una hechicera de agua y tierra, logré perfeccionar esos dos elementos, el agua yo la ocupo como una agua de curación para las eridas, y la tierra para crear muros fuertes, obvio igual puedo conjurar técnicas que dañen pero son más tardadas de conjurar-
—¿Dime madre y debo aprenderme, cada conjuro? — pregunto William
-De echo, nosostros inventamos el conjuro hijo, verás para conjugar una burbuja gigante de agua yo hago esto-
Ella sostuvo su bastón y lo levanto -grande, como el amor a mi hijo, necesito acomular la burbuja, lo exijo, tener mi mente en ayudar y clara, te llamo a ti burbuja de agua- en eso un burbuja de agua se creo encima de ella, William se quedó sorprendido, y quería intentarlo.
Sostuvo el bastón de su madre, lo alzó y dijo —yo llamo al tornado, para que me ayude en algo— pero tal y como se lo imaginaba, solo creo un pequeño tornado como el que una ves creo en su mano
–No tesoro, los hechiceros debemos conjurar con el corazón, no con la fuerza que poseemos, inténtalo de nuevo-
William siguió intentando, pero no lo logro, al tercer día se rindió y decidió entrenar más su cuchilla de aire, después de un año entero ya podía forgar su cuchilla como si respirar se tratara, su padre lo reto a un duelo el cual sería la evaluación completa de William, si ganaba lo llevaría al castillo para pedir el trabajo, William estaba listo y preparado pues su objetivo de ayudar a Roxi estaba por comenzar.