*******POV NORMAL********
Al mismo tiempo que Kayn caía desmayado, en la residencia del Jefe de todas las tribus, Lugos entraba dejando atrás a un grupo de escoltas que se asegurarían de que nadie pudiera escuchar lo que tenía planeado hablar, después de todo esta reunión que había solicitado tenía una importancia máxima que causó variaciones en la agenda diaria de Dillion.
- Señor.
Lugos avanzó por el medio, no había nadie más en este lugar, solo él, Dillion y su hija, Tsune, quien era alguien necesaria en este asunto. Sin mucha demora llegó a los pies de los pocos escalones que subían hasta el trono de Dillion, entonces mientras saludaba con respeto se agachó e inclinó hasta dejar ver su cuello, lo cual significaba la máxima muestra de respeto y confianza que solo se usaba en este tipo de delicadas situaciones, reafirmando una vez más la importancia de esta reunión.
- Lugos... es suficiente, no perdamos más el tiempo, dijiste que descubriste algo que no se podía atrasar.
- ¡Sí!
Lugos se irguió y asintió hacia Tsune antes de continuar.
- El asunto es sobre el pequeño humano que estamos criando, Kayn.
- Mmmm...
Las cejas de Dillion se levantaron, sin embargo no parecía del todo sorprendido, de hecho su reacción fue como diciendo "Llegó más rápido de lo que esperaba".
Viendo esto Lugos continuó.
- No causó ni un alboroto si eso es lo que cree, después de todo eso no sería tan importante como para interrumpir sus planes.
- Ya veo, continua.
- Lo que debo reportar es el enigma que este niño representa.
- ... ¿Eso es todo? ¿Acaso eso no es obvio? Eso es algo que todos los Jefes y ancianos vimos desde el inicio.
- Me temo que no, Señor.
- ¿A que te refieres?
Dijo Dillion un poco impaciente por lo redundante y larga conversación.
- A lo que me refiero es que este niño no solo es extraño, no, él va mucho más allá de todo lo que he visto hasta ahora.
- Continua.
- Esta mañana llevé a los niños bajo mi cuidado al Bosque Eterno, ahí planeaba enseñarles a ser consientes de-
- Al grano.
- ¡Sí! El problema estuvo cuando este niño, Kayn, se desmayó de un momento a otro.
- ¿Acaso está enfermo?
Esta vez fue Tsune la que interrumpió y preguntó. Era su hija, pero Lugos no parpadeo y en esta reunión tan importante la trató como lo que era, una de las mujeres con más influencia en su especie y una de las Esposas de Dillion el Jefe de las Tribus.
- No, mi Señora, revisé al niño en busqueda de algún malestar pero este resulto ser más sano que cualquiera que haya visto. Sin embargo el malestar era real por lo que no podía detenerme ahí y revisé más a fondo.
- ¿Entonces, encontraste lo que era?
- Sí...Eran sus Factores Mágicos
Lugos tragó saliva. Dillion se notaba aburrido, pero sintiendo la sensación que comenzó a helar la espalda de Lugos sus ojos se fijaron en el anciano.
- ¿Sus Factores Mágicos? ¿Qué quieres decir?
- Había demasiados, el interior de ese niño se sentía como una noche llena de estrellas, además eran inusuales ya que realizaban movimientos erráticos y confusos, incluso podía describirlos como "Anti naturales", por lo que examiné aún más a fondo y... no sabría como explicarlo...
- Solo dilo.
- Sus factores parecían temblar como si les hubiera caído un rayo o estuvieran siendo perturbados por una técnica como la Trasmisión de Sonido al máximo, sin embargo eso no era posible ya que todos los niños presentes eran novatos que recién descubrían esta aplicación por si mismos.
- ...
Lugos miró a Dillion, él era una excepción de Potenciador con un alto nivel en los Hijos de la Naturaleza, por lo que no entendía el punto al que Lugos quería llegar, pero como Potenciador e Hijo de la Naturaleza él era capaz de emitir esta Trasmisión de sonido a su máximo potencial, conocida como "Rugido Anti- Magos", por lo que si bien no era consiente de lo que hablaba si que tenía una idea.
- Pero como dije, sus Factores Mágicos estaban afectados causando sus síntomas, además que parecían necesitar un tiempo para recuperarse y eso es algo que nunca he visto en todos mis largos años de vida ya que la única forma de que esto sea posible sería-
- Si su sensibilidad al maná fuera exorbitante.
La voz de Tsune tenía un ligero temblor y no era de extrañar, ya que lo que estaban diciendo era algo que ella o su propio hijo, incluso con su Asimilación, serían incapaces de alcanzar.
Dillion volteó a ver a Tsune, era extraño que su doceava esposa, a la que llamaban la más talentosa usuaria de Mana de todos los tiempos, tiemble cuando mencionen lo relacionado a este. Entendiendo por fin que esto no era solo un malentendido, sino una verdadera emergencia, Dillion estaba por hablar, pero la voz de Lugos se adelantó, él aún tenía algo que informar.
- Y eso no es todo... sino que... Era extraño, incluso para él...
- ... ¿Qué cosa?
- El niño humano, como mago, debería haber pasado por la "Conversión de Sangre", no solo eso, ya que incluso usa magia de hasta cinco atributos entonces debería mostrar alguna caracteristica o rastro de ello en sus Factores Mágicos pero estos son... son extrañamente incoloros y raros, tanto que si no los hubiera encontrado en su cuerpo los habría confundido con el mismo Mana.
Finalmente fueron con esas palabras que algo hizo "clic" en la mente de Dillion y un aura amenazante se extendió por el lugar.
- Lugos... Tsune... esto nunca pasó. Nosotros no nos reunimos, nosotros no hablamos de esto, Lugos no reviso su cuerpo, esto nunca pasó y debe mantenerse así... ¿Lo entienden?
- Sí Señor.
- Lo entiendo perfectamente.
Dillion no lo dijo, pero los dos presentes entendieron el contexto oculto de las palabras, no, se obligaron a entenderlo, después de todo era algo que ponía en riesgo no solo a su familia, sino a toda su especie.
Al escuchar la respuesta de ambos, así como la leve reverencia que hicieron, el aura amenazante de Dillion se retrajo y con un tiempo perfecto una pequeña bola de pelos blanca se coló detrás de ella.
- ¡MAMÁ!
- ¡¿Esrael?!
Los tres adultos se sorprendieron al ver al pequeño no solo por la sorpresa del momento, sino que los tres sabían que el lugar estaba rodeado de guardias y esta situación jamás debería haber sido posible, sin embargo Esrael no les dejó mucho más tiempo para pensar.
- ¡Kayn... Kayn.... Kayn....!
- ¡¿Qué ocurre?!
- ¡Kayn s-se... Kay...n se desmayó... creo... creo que yo...!
Esrael era un mar de lágrimas por lo que los adultos sufrieron para entender sus palabras y cuando finalmente lo entendieron se dirigieron sin demora hacia la residencia de Tsune.
Cuando llegaron, Selene quien actuaba de guardia de ambos niños había acostado a Kayn en su cama luego de asegurarse que su vida no corría peligro, como ella no poseía la destreza para averiguar el secreto que habían prometido mantener hace unos momentos ninguno se preocupó. Luego calmaron a Esrael mientras Lugos se aseguraba de que la situación era causada por lo que se imaginaban y al mismo tiempo le pedían al pequeño Esrael que les contara lo que ocurrió.
Luego de escuchar a su hijo y estando cien por ciento seguros de que Kayn estaba fuera peligro, Dillion y Tsune se apresuraron a irse ya que tenían que atender la siguiente reunión, Tsune se veía reacia a hacerlo ya que su hijo parecía sentirse culpable de la situación, pero debido a la importancia de la siguiente reunión no pudo hacer mucho y solo pudo confiar en resolver todo después.
Finalmente, cuando la noche cayó y Kayn se despertó, Esrael corrió una vez más hacia su madre e interrumpió la reunión en proceso. Dillion mostró una mano firme y prometió un gran castigo para su hijo, pero interiormente no pudo evitar estar sorprendido de su capacidad ya que en esta ecuación también había eludido a los guardias, además se percató que a Esrael no pudo importarle menos sus palabras y se aferró a su madre con tanta fuerza que fue imposible de separar aunque tiraron de él. Así fue que Esrael comenzó a transformarse y Dillion finalmente excusó a Tsune de la reunión usando la escusa de que esta ya estaba próxima a terminar.
Dillion pensó en todas las quejas que tendría que aplacar y escuchar, así como el castigo de su hijo, además de como este parecía ser el único Hijo de Naturaleza que no lo escuchaba, etc. Terminando la reunión con dolores de cabeza.
********** POV KAYN*********
Me desperté.
- ¡Kayn! ¡¿Cóma te sientas?!
Lo primero que pude ver fue el techo del cuarto al que ahora ya estaba tan acostumbrado, voltee mi mirada y revise los alrededores solo para corroborar que no me equivocaba. Planeaba preguntar como llegué a este lugar pero los últimos recuerdos llegaron a mi mente una ves que la bruma en ella se disipó.
- ¡Kayn! ¡¿Ne entiendeas?!
Al mismo tiempo pude comprender las palabras que Esrael mencionaba y fue algo tierno notar los nervios presentes en él, aunque me sentía algo culpable ya que comenzó a equivocarse en la pronunciación o a mesclar palabras, cosa que no hacía desde hace mucho ya que le ayudé a practicar en los primeros días que estuvimos juntos porque, aunque era sumamente extraño, las clases se impartían en el idioma humano. Entonces sonreí.
- Sí, solo no grites.
- ¡...!
Sus orejas se agitaron, subieron y bajaron mostrando las muchas emociones que sentía. Parecía tener mucho que decir, pero en lo que su boca se abría y cerraba sin dejar salir una palabra se dio vuelta y corrió hacia quien sabe donde. Esperé unos segundos pero nunca volvió, así que traté de levantarme.
- ... Sin cambios.
Por lo repentino esperaba por lo menos un par de mareos, pero me sentía bien, incluso más de lo normal y para corroborarlo rápidamente me puse de pie.
- ...
Y nuevamente no hubo malestar alguno. Agradecía no sentirme mal pero me ponía incomodo no saber que fue lo que me sucedió. Entonces, como gracia de Gabriel, sentí una ligera interferencia en el mana de alrededor y recordé lo que hizo Lugos, no podía explicarlo pero pensándolo tranquilamente se sentía como si me hubiera revisa internamente y si a primera vista no había nada malo entonces solo debía ser más exhaustivo con la revisión, así me volví a acostar.
Mi mente viajó tranquilamente hacia mi interior y los Factores Mágicos en mi cuerpo me saludaron, sin embargo, ahora que los miraba con la mente libre de distracciones, podía describirlos como "RAROS" o de alguna forma "PERTURBADOS". No había mucho más que decir luego de ello, no tenía pruebas pero tampoco tenía dudas de que esta era el responsable de mi malestar previo y de mi desmayo, aunque no explicaba porque el malestar había pasado si aún me encontraba afectado, pero no debía morder más de lo que podía y por ahora solo quedaba descubrir el primer por qué.
- ¡De prisa!
Por suerte o lastimosamente antes de poder pensar en algo se pudo discernir levemente la voz de Esrael, habló en su idioma, pero ya que era una palabra que usaba de forma recurrente sabía el significado, además, había pocas personas con las que hablaba y había muchas menos con las que hablaba de forma tan libre. Entonces entraron a la habitación y como lo sospeche, la persona a la cual apuraba a caminar era su madre, Tsune.
- Buenas noches...
Cuando ambos entraron saludé respetuosamente a Tsune, después de todo lo que hizo por mi era esta la única forma de la que podía hacerlo y ella respondió con una sonrisa al mismo tiempo que se soltaba del agarre de Esrael.
- Permiso.
Sin espera, con unas breves palabras, posó su mano en mi cabeza y realizó lo mismo que Lugos, solo que esta vez no hubo una sensación extraña, más bien lo que sentí fue algo más "natural" y finalmente, luego de unos largos segundos, la Señorita Tsune quitó la mano.
- Antes no pude corroborarlo pero es verdad...
Susurró Tsune y solo pude escuchar algunas palabras, pero si hubiera sido algo importante ella me lo hubiera dicho de frente, por eso, como no lo hizo, solo lo dejé pasar.
- ¿Está bien?
Preguntó Esrael, aún se notaba ansioso y sus orejas se habían quedado gachas, pero estas se levantaron de inmediato cuando la respuesta de Tsune llegó.
- Sí, aún deberá descansar un poco pero estará bien para mañana.
- ¡...!
Esrael se emocionó y pensé que saltaría hacia mi cuan cachorro, pero solo se quedó a espaldas de Tsune mientras sus orejas volvían a caer. No entendía la razón, pero con unos segundos de duda Esrael habló.
- Lo siente....
- ¿Qué?
- Yo... le siento...
Entonces, aunque algo forzado, entendí lo que quería decir así como la razón de su comportamiento, él se sentía culpable.
- ¿Qué dices? Esto no es tu culpa, no hay de que disculparte.
- Pero-
- No, ¿Por qué sería tu culpa? Solo pasó y fue una casualidad que tu estuvieras ahí, solo piénsalo, siempre estamos juntos.
- ... Um...
Esrael asintió, aún tenía las orejas caídas pero por lo menos dejo de esconderse y se puso a mi lado.
- Jujujuju... ¡oh! Perdón...
Sin espera se escuchó una risa contenida que venía de Tsune, quien se disculpó al sentir nuestra mirada y entonces nos abrazó de inmediato.
- Me alegro que se lleven bien.
- ¡Arhg, suéltame!
- Pero si siempre estas abrazándome.
- ¡N-No mientas!
- Que no te de vergüenza.
- ¡No tengo vergüenza, solo ya estoy grande y soy un fuerte guerrero!
- Pero si hace solo unos momentos estabas llorando de la preocupación-
- ¡N-NO, mientes!
- Claro que no, llorabas mientras gritabas el nombre de tu amigo... ¿Kayn?
Fue en medio de los gritos y lucha de Esrael quien trataba de librarse del abrazo de su madre que poco a poco un sentimiento de calor comenzó a llenar mi pecho, tal vez era por lo inestable de los Factores en mi cuerpo, pero si de alguna forma me sentía bien, de otra me sentía algo sensible o mal y las imágenes de Familia, tanto en este mundo como el anterior, así como los días con Abel se superpusieron en mis ojos y ese calor pronto comenzó a apretar mi pecho y antes de darme cuenta me encontraba llorando.
- ¿Kayn?
Esrael se dio cuenta cuando Tsune me miraba y su voz pronto se convirtió en un llanto que acompaño el mío. Así, mientras lloraba por extrañar a todos mis seres queridos, aproveché para dejar salir la frustración, los sentimientos en mi interior, los recuerdos de terror y miedo grabados en mi cuerpo y finalmente lloré por lo agradecido que me sentía de haber conocido a estas maravillosas personas.
Mi objetivo seguía siendo volver con mi familia, tanto con mis padres y tíos como con Abel, pero al menos, en este preciso momento luego de dejar salir todo, yo enserio, enserio me sentía feliz.